La ONU denuncia a Israel por el uso 'inmoral' de bombas de racimo en Líbano
Encontrados 100.000 pequeños artefactos sin explotar.- El 90% de las bombas cayeron en los últimos tres días de guerra, según Naciones Unidas
Naciones Unidas ha denunciado el uso "completamente inmoral" de bombas de racimo por parte de Israel durante los últimos días de la guerra que mantuvo contra Hezbolá en el sur de Líbano. Jan Egeland, subsecretario de Asuntos Humanitarios de la ONU, ha asegurado que se han encontrado unos 100.000 pequeños artefactos sin explotar en más de 350 puntos del sur del país árabe, y que el 90% de las bombas cayeron durante las últimas 72 horas del conflicto, cuando Tel Aviv sabía que una resolución de alto el fuego se ultimaba entre los miembros del Consejo de Seguridad.
"Es inexplicable por qué Israel aceleró" el lanzamiento de bombas de racimo "cuando se acercaba el fin de la guerra y sabíamos que habría una resolución", ha dicho Egeland. El responsable de la ONU cree que se tardará entre uno y dos años en desactivar las bombas que no han explotado, unos 100.000 pequeños artefactos encontrados, ha dicho, en 359 puntos del sur de Líbano.
La ONU ha obtenido esta información a través de su Centro de Coordinación de Minas en Líbano después de examinar cercar del 85% de las áreas bombardeadas por la aviación israelí, según Egeland. "Las bombas han afectado a muchas casas y muchas granjas. Estarán con nosotros muchos meses, tal vez años", ha añadido el responsable de la ONU.
Las controvertidas bombas de racimo, cuyo uso no es ilegal, están formadas por una carcasa que se abre y libera pequeñas bombas a medida que se aproxima al suelo. Suelen utilizarse para atacar distintos objetivos, como vehículos acorazados, personas o para iniciar fuegos. Pueden cubrir un área grande y no gozan de gran precisión. "Al afectar a la población civil, constituyen una violación del Derecho Humanitario Internacional", ha señalado Jan Egeland durante una rueda de prensa en Nueva York.
La resolución 1701 de alto el fuego aprobada en la ONU el viernes 11 de agosto y entró en vigor el lunes 14. Puso fin a 33 días de guerra entre la milicia libanesa Hezbolá e Israel que se iniciaron el 12 de julio cuando un comando de Hezbolá mató a ocho soldados israelíes y secuestró a dos durante un ataque sobre un puesto del Ejército hebreo.
La denuncia de la ONU llega el mismo día en que su secretario general, Kofi Annan, se ha entrevistado con el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, en Tel Aviv. Olmert ha rechazado levantar el bloqueo aéreo y marítimo sobre Líbano, como le ha pedido Annan, hasta que todos los aspectos de la resolución 1701 se cumplan.
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