El prorruso Yanukovich gana en Ucrania pero se vislumbra un Gobierno de coalición 'naranja'

El partido Regiones, liderado por el ex primer ministro de Ucrania Víctor Yanukóvich, ha ganado las elecciones legislativas celebradas ayer en la ex república soviética, con algo más del 40% de los votos escrutados. En segundo lugar se sitúa el bloque de Yulia Timoshenko (BYuT) y, en el tercero, Nuestra Ucrania, el partido del presidente, Víctor Yúshenko. La Comisión Central Electoral ha advertido de que se está retrasando el recuento de los sufragios debido a que habían participado un total de 45 agrupaciones. A pesar de que los resultados definitivos no se conocerán hasta mañana, la carismática Timoshenko ha reclamado ya el puesto de primera ministra de Ucrania en una eventual coalición "naranja" que evite el regreso al poder del virtual ganador de los comicios.

Con el 40,28% de los votos escrutados, el opositor partido prorruso de Yanukóvich obtendría el 27,05%, una ventaja de menos de cuatro puntos sobre el partido de la ex primera ministra Timoshenko, que lograría el 23,58% y Yúshenko el 16,18%. Otro aliado naranja, el Partido Socialista, ha sumado el 7,07% y los comunistas, el 3,52%, mientras las demás fuerzas no habrían superado el mínimo del 3% requerido para acceder a la Rada Suprema o Parlamento, de 450 miembros. Para poder formar gobierno se necesita el apoyo de más del 50% de los diputados de la Rada. Aunque Yanukóvich haya ganado, los partidos que auparon al poder al actual presidente a finales de 2004 conseguirían una ligera ventaja sobre la oposición prorrusa, con un fuerte trasvase de votos en favor del bloque de Timoshenko.

Yulia Timoshenko, uno de los grandes motores de la revolución naranja, encabezó el primer Gobierno de Yúshenko y fue destituida en septiembre, después de que hombres de su confianza denunciaran casos de corrupción en el entorno próximo al jefe del Estado. Nada más conocer los primeros resultados, Timoshenko ha reclamado el puesto de primera ministra: "El pueblo ha elegido los ideales y a la gente que integró la coalición naranja. El pueblo ha elegido a su primer ministro". A tenor de los resultados parciales, el partido Nuestra Ucrania, el baluarte de Yúshenko, es el más castigado en el espectro de las formaciones que protagonizaronla revolución naranja, la campaña de resistencia pacífica al fraude electoral durante las pasadas presidenciales.

Un puesto con poderes reforzados

La importancia de estos comicios es enorme, ya que según la reforma que entró en vigor a comienzos de año, el primer ministro será elegido por la Rada, no dependerá del presidente del país y responderá de su gestión sólo ante los diputados. Timoshenko ha asegurado que el BYuT se ganó el derecho a nombrar al primer ministro según un memorando secreto acordado por los naranjas antes de las elecciones, según el cual el jefe del Gobierno sería representante de aquella de las tres fuerzas que más votos ganara. También ha restado importancia a la victoria del Partido de las Regiones, al señalar que carece de aliados para formar una coalición gobernante.

"Yanukóvich no tiene perspectivas de hacerse con el liderato de la nación", ha dicho Timoshenko sobre el antiguo primer ministro, apoyado por la población mayoritariamente rusa de las regiones orientales de Ucrania. La participación ha sido del 67,13%, casi dos puntos más que en los comicios parlamentarios de 2002, según los datos provisionales. Los observadores del Consejo de Europa, el Parlamento Europeo, la OSCE y la OTAN han asegurado que no se han producido violaciones importantes de la legalidad durante la votación, a la que estaban convocados 37 millones de personas.

Por su parte, la Unión Europea ha pedido que el nuevo Gobierno ucraniano continúe el camino de las reformas emprendidas tras la revolución naranja, y ha expresado su satisfacción por la forma en que se celebraron las legislativas. Las elecciones fueron "libres y justas", según un comunicado del alto representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana, quien ha señalado que los comicios "establecen un nuevo estándar sobre el que construir el futuro de Ucrania".