El español Villanueva, puesto en libertad en Bolivia tras un proceso que ha durado dos años
El juez declaró inocente a Javier el pasado lunes .-Por el momento, no podrá salir del país ya que tiene otro proceso pendiente
El español Javier Villanueva, declarado inocente del asesinato de una fiscal en Bolivia, ha sido puesto esta noche (hora peninsular española) en libertad, al finalizar un proceso de dos años.
Villanueva, nacido en Sevilla hace 29 años, ha salido de la Corte Superior de Distrito de Santa Cruz, en el oriente de Bolivia, hacia las ocho de la tarde, hora local, y ha sido trasladado en un vehículo policial a petición de sus abogados, para evitar el acoso de los medios de comunicación.
No podrá regresar todavía a España
El sevillano, sin embargo, no podrá por ahora regresar a España, ya que el juez ha dispuesto una orden de arraigo por otro proceso pendiente y ante la gravedad del caso por el que se le ha juzgado.
La pesadilla que ha vivido este sevillano ha terminado cuando el juez Jaime Cruz, titular del tribunal cuarto de sentencia penal, ha leído la sentencia absolutoria completa del juicio oral iniciado el pasado 6 de febrero y concluido el lunes.
Las pruebas son insuficientes
Los fiscales asignados al caso han anunciado que apelarán el veredicto ante la Corte Superior de Distrito y ante instancias superiores, de ser necesario. Durante la lectura del fallo judicial, que se ha prolongado durante más de tres horas, el jurado mixto compuesto por Cruz, su colega Uby Suárez y tres ciudadanos seleccionados por sorteo ha justifiaco la decisión de exculpar a Villanueva por la inconsistencia de las pruebas presentadas por la fiscalía y la acusación particular.
La fiscalía lo había acusado del delito de asesinato, al señalarlo como la persona que el pasado 27 de febrero de 2004 colocó la bomba que estalló en el vehículo de la fiscal boliviana Mónica Von Borries, causándole la muerte frente a su domicilio, en Santa Cruz. La acusación establecía que Villanueva formaba parte de una supuesta banda criminal liderada por el italiano Marco Marino Diodato, quien presuntamente detonó el explosivo con un teléfono móvil, los brasileños Ricardo Borba y Sandro de Carvalho y el boliviano Freddy Hurtado, los tres últimos por complicidad.
Otro proceso pendiente
Diodato y De Carvalho no fueron procesados porque son prófugos de la justicia, Hurtado fue absuelto y Borba condenado a quince años de prisión. Con la resolución de la sala penal, el sevillano se ha librado de una posible condena de treinta años, la máxima prevista en la ley boliviana, y pretende iniciar una nueva vida junto a su familia y a su novia, que es boliviana.
Villanueva tiene aún un proceso pendiente por falsedad material e ideológica y falsificación de documento público, delitos supuestamente cometidos en 2004, cuando firmó desde la cárcel una transferencia de poderes para la compra de la vivienda en la que cumple arresto domiciliario. En enero pasado el juez cautelar Sergio Cardona ordenó el archivo del caso por errores procesales de los fiscales, pero la sala penal segunda de la Corte Superior de Distrito de Santa Cruz revocó recientemente el fallo, según la fiscalía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.