Rusia desconfía del resultado de la autopsia a Milosevic y envía médicos a La Haya
La necropsia revela que el ex presidente serbio murió de un infarto.- Falta por conocer el examen toxicológico que aclararía qué causó el ataque al corazón
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, ha mostrado hoy la desconfianza del Kremlin en los resultados preliminares de la autopsia a Slobodan Milosevic y ha anunciado que Rusia enviará a La Haya a un grupo de forenses. A la espera de un análisis toxicológico, el TPIY sostiene que Milosevic murió de un infarto, según la necropsia, mientras continúan las especulaciones sobre las causas de su fallecimiento. El cadáver del ex dictador será entregado hoy a la familia para su entierro, aunque se desconoce aún el lugar donde recibirá sepultura.
"Si a nosotros no nos creyeron, también nosotros tenemos derecho a no creer y a desconfiar de aquellos que han realizado la autopsia", ha declarado Lavrov, según la agencia Interfax. El jefe de la diplomacia rusa ha manifestado que Moscú ha pedido al Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia que médicos rusos "participen en la autopsia o, al menos, conozcan sus resultados". "Un grupo de médicos se prepara para viajar con urgencia a Holanda", ha adelantado.
Lavrov ha recordado que el ex presidente yugoslavo había pedido ser trasladado a Moscú para someterse a un tratamiento médico, pero el TPIY le denegó la petición por temor a que no regresara a La Haya, a pesar de las garantías ofrecidas por el Kremlin. "De hecho, desconfiaron de Rusia, lo que nos alarma y nos preocupa, ya que poco después Milosevic murió", ha dicho.
Por otro lado, el portavoz del TPIY Christian Chartier ha informado de que el fiscal holandés del caso de Milosevic en el tribunal de la ONU ha autorizado que el cuerpo del ex líder serbio sea entregado a la familia, porque los forenses ya no lo necesitan en sus pesquisas, pero que éste continúa en el Instituto Médico-Legal holandés en La Haya, y allí seguirá "en tanto que no tengamos una aclaración de qué desea hacer la familia".
Posible entierro en Moscú
Según un portavoz del Ministerio holandés de Asuntos Exteriores, la embajada holandesa en Moscú ha concedido hoy un visado de tres días al hijo de fallecido Slobodan Milosevic, Marko, y otro de siete días a cuatro médicos forenses rusos enviados por Moscú para revisar la autopsia realizada en La Haya al ex presidente yugoslavo.
Marko Milosevic ha manifestado hoy su intención de enterrar a su padre en Moscú si las autoridades serbias no dan "garantías de seguridad" a él y a su madre, Mira Markovic, para hacerlo en Belgrado. "Acabo de perder a mi padre y no pienso arriesgar a mi madre", dijo Marko al primer canal de la televisión rusa. Tanto él como la esposa del ex dictador están buscados por la justicia serbia por fraude, de modo que, si quisieran enterrarle en Belgrado o en su tierra natal -Pozarevac-, podrían ser detenidos. Además, el Gobierno serbio ha descartado que vaya a celebrar un funeral de Estado.
Mientras, se sigue a la espera de conocer los resultados del análisis toxicológico que se le ha practicado al cadáver para determinar qué provocó el infarto de miocardio que ha sido señalado como causa del fallecimiento del ex dictador. Los resultados de este análisis podrían estar listos en 24 ó 48 horas.
Rifampicina en la sangre
El toxicólogo danés Ronald Uges, que hizo un análisis de sangre a Slobodan Milosevic hace dos semanas, ha dicho que en su sangre halló una medicina contra la tuberculosis que neutralizaba los efectos del tratamiento contra la hipertensión prescrito al ex presidente yugoslavo. Ronald Uges ha afirmado en la emisora holandesa Radio1 que encontró restos de rifampicina, una medicina que elimina las bacterias que causan tuberculosis. Uges ha asegurado que ese medicamento "no puede haber sido suministrado por aficionados" y que Milosevic "debe de haber sido asistido por farmacólogos especializados en su país -Serbia y Montenegro- o en Moscú".
Según el toxicólogo, la intención podría haber sido lograr que Milosevic fuera enviado a Moscú para recibir tratamiento contra su hipertensión crónica -tal y como el ex presidente había solicitado en varias ocasiones- y para "dejarle eventualmente escapar allí". Uges ha indicado también que la muerte de Milosevic puede haber sido natural y que "su fallecimiento puede haber sido acelerado por la rifampicina". Sustancia que, según el toxicólogo, no tiene por qué aparecer en el examen toxicológico, dado que sólo es visible durante uno o dos días. "Si Milosevic dejó de tomar la medicina hace un par de días o hace una o dos semanas, ya no se podrá demostrar su presencia [del fármaco]", ha añadido.
Uges hizo el análisis a petición de un farmacéutico de un hospital de La Haya, quien a finales del año pasado realizó, a instancias del TPIY, otra investigación para determinar por qué las medicinas contra la hipertensión no lograban reducir la tensión de Milosevic. Dado que los abogados de Milosevic consideraban que no eran fiables los resultados de este primer análisis, en el que se sospechaba la presencia de una sustancia que neutralizaba los efectos de los medicamentos contra la hipertensión, pidieron a Uges que realizara un contra-análisis.
Tesis de envenenamiento
Citando fuentes cercanas al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, la televisión holandesa aseguró anoche que, en análisis realizados en enero, se encontraron en la sangre de Milosevic restos de fármacos contra la lepra y la tuberculosis que habrían neutralizado los fármacos que tomaba contra la hipertensión. El TPIY no ha confirmado dicha información, pero es a lo que se agarra su abogado y la familia para deslizar la tesis del envenenamiento.
El asesor legal de Milosevic, Zdenco Tomanovic, mostró ayer una copia de una carta manuscrita supuestamente dirigida por el ex presidente yugoslavo al ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov. En la misiva, pedía auxilio al haber descubierto una conspiración para asesinarle.
"Le vi por última vez el viernes. Me dijo que tenía en su poder los resultados de unos análisis efectuados en Holanda. En su sangre habrían aparecido restos de medicamentos contra la lepra y la tuberculosis. Dos males que nunca padeció", dijo Tomanovic. Los exámenes de sangre datarían de enero, pero Milosevic se habría hecho con ellos hace pocos días, concretamente el 8 de marzo. El 10 remitió la carta al Gobierno ruso y el 11 fue hallado muerto en su celda de la prisión de la ONU en La Haya.
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