Sadam Husein obliga a aplazar unas horas el juicio por protestas contra el trato que recibe
El dictador alega que se vulneran sus derechos al no permitírsele fumar o dar paseos.- Los jueces levantan la sesión hasta el 21 de diciembre
Las protestas de Sadam Husein por las condiciones de su detención y por el desarrollo del juicio que se celebra contra él han obligado al tribunal a alterar su funcionamiento. La sesión de hoy ha tenido que ser aplazada primero y celebrada horas más tarde sin la presencia del dictador y a puerta cerrada después de que el dictador se negara a comparecer ante los jueces alegando que el "tribunal injusto" que le juzga vulnera sus derechos. Luego los jueces han levantado la sesión hasta el 21 de diciembre.
En la sesión de ayer, el dictador acabó amenazando con no volver a pisar la sala de vistas porque, según él, se vulneran sus derechos y los de los otros siete acusados por la matanza de 148 personas en la aldea de Dubai en 1982, en represalia por un intento de atentado contra él. Un indignado Sadam Husein amenazó con negarse a entrar en la sala después de denunciar las condiciones de su detención y la forma en que se desarrolla el juicio y que tanto él como los otros procesados habían sido sometidos a malos tratos por parte de un "tribunal injusto". En sus quejas, el dictador iraquí reprochó al tribunal que hubiera decidido celebrar una sesión hoy, subrayando que, tras las sesiones del lunes y el martes, no tenía más ropa que ponerse. Además, dijo que no le dejaban fumar ni dar paseos y que tenía que permanecer sentado. "¡Vayanse al infierno!", dijo, amenazando con no volver.
Por ello, al comienzo de la sesión de hoy, se ha negado a entrar en la sala, lo que ha obligado al presidente del tribunal a suspender temporalmente la vista mientras negociaba con los abogados del dictador el camino a seguir. En realidad, según la ley iraquí, el juicio puede continuar sin que el acusado estuviera presente, pero el presidente de la corte, creada especialmente para juzgar al tirano, tiene especial interés en que Sadam siga todo el proceso judicial y que esté presente durante los testimonios de los testigos de la masacre. Al final, ha tenido que ceder.
"Hay un retraso debido a que uno de los acusados ha rechazado acudir a la sala del tribunal. El acusado está reunido con sus abogados", declaraba una fuente del tribunal una vez consumado el retraso. Sin confirmar que se trataba de Sadam, ha dicho: "Si no viene, se encontrará otra solución".
La solución ha sido la de continuar con el juicio con la declaración del siguiente testigo de la lista sin la presencia del dictador. Tras varias horas de suspensión, los jueces y los siete acusados que acompañan al dictador han vuelto a la sala y han tomado asiento, mientras el presidente ha llamado al siguiente testigo de la lista, reanudando la vista con la ausencia de Sadam del sitio frontal del banquillo de los acusados que ha ocupado en las otras cuatro sesiones del juicio.
Tan solo dos horas y media después el juez ha levantado la sesión hasta el próximo 21 de diciembre, después de tomar declaración a otros dos testigos, que han relatado casos de tortura en una prisión el década de los 80 tras una cortina y ante la silla vacía del ex dictador.
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