Dos suicidas causan 36 muertos en la escuela de policía de Bagdad
Dos testigos declaran contra Sadam con la voz distorsionada por motivos de seguridad
Al menos 36 iraquíes murieron ayer en un doble ataque suicida perpetrado aparentemente por dos mujeres contra la Academia de Policía de Bagdad. Casi 80 personas más resultaron heridas. Un comunicado de Al Qaeda en Irak justificó el atentado y acusó a la policía de "perseguir a la minoría árabe suní". El Gobierno, mayoritariamente chií, lo desmintió. Más tarde, otro terrorista suicida mató a tres personas e hirió a una veintena en un café de la capital.
La primera explosión se produjo cuando los cadetes de la policía se dirigían al comedor tras una práctica de tiro, según declaró Nizal Jalaf, uno de los supervivientes, a la agencia Reuters. Convencidos de que se trataba de un ataque desde el exterior, tanto oficiales como alumnos de la academia corrieron a refugiarse en un búnker, donde el segundo suicida, que se encontraba entre ellos, detonó su chaleco explosivo.
"Dos hermanos han logrado realizar un nuevo ataque que ha tenido como objetivo la Academia de Policía que diploma a los perros que hacen correr la sangre y muerden los cuerpos de los suníes", afirmaba pocas horas después el grupo que dirige Abu Musab al Zarqaui en un texto difundido en Internet, cuya autenticidad resulta difícil de establecer. El comunicado añadió confusión sobre los autores del atentado al hablar de hermanos. Al principio, un portavoz militar estadounidense habló de dos mujeres suicidas, aunque posteriormente lo desmintió. La hipótesis de que se trataba de mujeres recobró fuerza posteriormente, cuando el ministro del Interior iraquí, Bayán Baqer Sulagh, volvió a decir anoche que se trataba de dos mujeres suicidas, informa France Presse. "El atentado fue cometido por dos mujeres policías de la misma academia", declaró Sulagh, que se encontraba en visita oficial en los Emiratos Árabes Unidos.
Es la segunda vez en una semana que los terroristas atacan a las fuerzas iraquíes, un objetivo más fácil que los soldados estadounidenses que les entrenan. Pero no fue el único incidente violento de ayer. Al menos otras 15 personas resultaron muertas en diversos incidentes y se encontraron nueve cadáveres al sur de Bagdad.
Además, el grupo Ejército Islámico en Irak anunció, en un vídeo difundido por el canal árabe Al Yazira, el secuestro del ciudadano norteamericano Ronald Schulz, al que amenazó con matar en 48 horas si no se libera a todos los presos que hay en Irak. Con él son ya siete los occidentales secuestrados desde el pasado 25 de noviembre (dos canadienses, otro estadounidense, una alemana, un británico y un francés).
Mientras tanto, ayer se celebró la cuarta sesión del juicio contra Sadam Husein por la matanza de Dujail. Por primera vez desde la apertura del caso el pasado 18 de noviembre, dos mujeres dieron testimonio. Ambas, identificadas como "Testigo A" y "Testigo B", por temor a su seguridad, declararon desde detrás de una pantalla y con sus voces distorsionadas electrónicamente para que no puedan ser reconocidas. Como cientos de vecinos de Dujail, fueron detenidas tras el intento de asesinato a Sadam en 1982. Otros 148, todos chiíes, fueron asesinados.
La primera de ellas rompió a llorar mientras describía cómo sus carceleros en la prisión de Abu Ghraib le aplicaron descargas eléctricas y la golpearon con cables tras haberla obligado a desnudarse. El dictador, que inicialmente escuchó impertérrito las declaraciones, terminó perdiendo los estribos, levantándose de su sitio, mientras gesticulaba y señalaba con un dedo a los jueces. "He sido condenado a muerte tres veces. Ésta no va a ser la primera vez", les espetó, antes de quejarse de que los militares norteamericanos le mantienen encerrado en una jaula. "¡Váyanse al infierno!", les llegó a decir.
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