El juicio contra Sadam se aplaza otra semana para que se nombren nuevos abogados
El ex dictador pide la mediación del juez para que los militares de EE UU le "traten bien"
Pocas horas después de su renudación, el jucio contra Sadam Husein y siete de sus colaboradores por la muerte de 143 chiíes en 1982 ha quedado aplazado hasta el día 5. El retraso ha sido solicitado por el ex vipresidente Yasin Ramadan, también encausado, para nombrar un nuevo abogado dado que el suyo ha muerto en un antentado.
Tranquilo, con aspecto saludable y el Corán bajo el brazo. Así ha reaparecido hoy Sadam Husein ante el tribunal que juzga en Bagdad al ex dictador iraquí y a siete de sus colaboradores por la muerte de 143 chiíes en 1982. Sadam ha pedido al juez, en la reanudación del proceso tras 40 días de interrupción, que envíe un requerimiento al Ejército de EE UU para que le "trate bien" durante su cautiverio.
Vestido con una chaqueta y una camisa blanca cerrada al cuello pero sin corbata, y con un aspecto saludable y relajado, Sadam Husein ha llegado a la sala con un ejemplar del Corán debajo del brazo. Al entrar ha deseado "paz a la gente de paz" y dos de los acusados se han levantado en señal de respeto. El antiguo presidente iraquí ha iniciado su alocución con una serie de versos coránicos con los que ha instado a los muyahidín (combatientes islámicos) a ser pacientes.
Únicamente ha perdido el aplomo unos instantes cuando se ha quejado de que le han sido arrebatados antes de entrar en la sala el bolígrafo y los papeles en los que llevaba anotadas frases para defenderse a sí mismo. "¿Cómo es posible que un acusado pueda defenderse cuando su bolígrafo y sus papeles han sido confiscados?", ha dicho el ex dictador al juez.
El equipo legal de Sadam está presente en la sala, después de que suspendiera temporalmente el contacto con el tribunal tras el asesinato de dos de los abogados defensores, del intento fallido de acabar con la vida de su coordinador, Rahid Youhi, y de las amenazas vertidas contra los testigos. El primero de los abogados de Sadam que fue asesinado murió tiroteado el 20 de octubre, un día después de que comenzara el juicio, mientras que el segundo falleció de la misma forma el pasado día 8.
Emisión censurada
Tras la sesión inicial del proceso judicial, el jefe del tribunal, Rizgar Mohammed Amin, admitió que decenas de testigos habían rehusado presentarse ante la justicia por temor a perder sus vidas. Sin embargo, se espera que hoy al menos cinco personas suban al estrado para testificar en el juicio, que se celebra en una sala acondicionada de la denominada zona verde, el recinto amurallado tras el que se parapetan las dependencias del Gobierno iraquí y las embajadas de Estados Unidos y Reino Unido. La vista es transmitida por un canal de televisión contratado por Estados Unidos y emitido con treinta minutos de retraso, tiempo suficiente para poder censurar partes.
El tribunal, auspiciado por Estados Unidos, juzga a Sadam y a siete de sus colaboradores por un crimen contra la humanidad presuntamente cometido en 1982 en la aldea de Dujail, al norte de Bagdad. La fiscalía acusa a los encausados de ordenar la matanza de 143 ciudadanos chiíes en represalia por un fallido intento de asesinato sufrido por Sadam cuando transitaba por la citada población. En la primera vista, un desafiante Sadam Husein cuestionó la legitimidad del tribunal y, al igual que sus compañeros, se declaró inocente. En caso de ser hallados culpables, los imputados pueden ser condenados a la pena capital.
Los chiíes de Dujail piden la ejecución de Sadam
Decenas de habitantes de la ciudad iraquí de Dujail, de mayoría chií, se han manifestado hoy para pedir la pena de muerte para Sadam Husein. Los manifestantes han salido a las calles horas antes de que se reanudara el juicio contra el derrocado dictador y siete de sus colaboradores.
Más al norte, en la localidad de Tikrit, ciudad natal del tirano caído, decenas de personas han marchado por las calles para exigir que se cancele el juicio. Los congregados, en su mayoría estudiantes de secundaria, han izado retratos de Sadam y a gritos se han declarado dispuestos a derramar su sangre para defender al ex dictador.
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