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Augusto Pinochet será juzgado por instigar seis asesinatos durante la dictadura militar

El juez chileno Montiglio abre un segundo proceso al ex dictador en apenas 48 horas

El ex dictador chileno Augusto Pinochet fue procesado ayer por el juez de la Corte de Apelaciones Víctor Montiglio como autor intelectual del secuestro y desaparición de seis personas en 1974 y 1975, y quedó bajo arresto domiciliario. Éste es el segundo proceso abierto contra Pinochet en 48 horas, después de que el magistrado Carlos Cerda resolviera el miércoles enjuiciarlo por cuatro delitos de evasión de impuestos y falsificación, relacionados con sus millonarias cuentas ocultas en el exterior. Con los dos procesamientos en días consecutivos por crímenes y corrupción, el ex dictador completa una semana judicial negra, en vísperas de cumplir hoy, 25 de noviembre, 90 años.

Montiglio envió a la secretaria de la Corte de Apelaciones de Santiago, Teresa Hernández, a notificar a Pinochet su procesamiento por los seis crímenes en su mansión de la lujosa urbanización de La Dehesa. Acompañada por detectives de la policía civil y funcionarios del tribunal, Hernández informó a Pinochet de su procesamiento y prisión domiciliaria como autor intelectual de los secuestros de Miguel Ángel Acuña, Roberto Aranda, Bernardo Castro, Modesto Espinoza y los hermanos Carlos y Aldo Pérez.

El juez Montiglio resolvió procesar a Pinochet después de interrogarlo y someterlo a careos con el jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, la policía política de la dictadura), el encarcelado general Manuel Contreras, y el ex agente de este organismo, coronel Ricardo Lawrence. En su encuentro con Contreras, el ex dictador admitió que el jefe de la DINA le informaba y que él daba órdenes, aunque no se preocupaba de la forma en que se cumplían.

Junto con el interrogatorio, en el que Pinochet intentó atribuir la responsabilidad a sus subordinados, estas diligencias fueron determinantes para que el magistrado resolviera abrirle una causa.

Otro factor fue también decisivo. El resultado de los análisis médicos que Montiglio ordenó practicarle al imputado, según resolvió la Corte Suprema al desaforar a Pinochet por este caso, demostró que el ex dictador está en condiciones de salud para enfrentarse a un juicio. Al interrogarlo, el juez pudo también constatarlo en persona.

Los abogados querellantes esperaron hasta el término de estas diligencias para pedir el procesamiento de Pinochet por las 15 víctimas, el caso que provocó su desafuero por la Corte Suprema. Montiglio aceptó procesarlo en seis casos, aquellos en los que se llegó a una presunción más fundada de la responsabilidad del general.

Las seis víctimas son parte de un grupo de 119 detenidos por la DINA, cuyo destino este organismo represivo intentó ocultar con un montaje conocido como la Operación Colombo. Mediante publicaciones en Argentina y Brasil y colocando sus cédulas de identidad en cuerpos de otras víctimas, la DINA simuló que se habían matado entre sí en ajustes de cuentas de los grupos que resistían a la dictadura. Mientras tanto, los 119 eran brutalmente torturados y asesinados en cuarteles clandestinos y sus cuerpos hechos desaparecer. La prensa chilena informó en grandes titulares de que los "extremistas se matan como ratas" y un embajador de la dictadura incluso llegó a desmentir en Naciones Unidas la existencia de los detenidos.

Los dos casos, por crímenes y por corrupción, con jueces diferentes, seguirán su propia dinámica, aunque los resultados de uno influirán en el clima de los fallos y pasos judiciales. La principal diferencia entre estos dos procesamientos y los dos que le aplicó el juez Juan Guzmán por sus crímenes es que Pinochet no tiene ahora el último blindaje que le quedaba, el de su supuesta demencia senil.

A diferencia del auto de procesamiento por el caso del Banco Riggs, que dictó el juez Carlos Cerda, Montiglio no concedió en su resolución la libertad provisional a Pinochet, lo que implica que éste pasará su cumpleaños bajo detención domiciliaria. Los abogados querellantes, Hernán Quezada y Boris Paredes, expresaron ayer su satisfacción por el procesamiento. "Por fin se hace justicia" y se puede "reinvindicar la memoria de las víctimas".

Teresa Hernández abandona ayer la mansión de Pinochet, tras notificarle su procesamiento.
Teresa Hernández abandona ayer la mansión de Pinochet, tras notificarle su procesamiento.EFE

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