Pinochet, procesado también por la desaparición de tres opositores durante la dictadura chilena

El ex presidente chileno Augusto Pinochet ha sido procesado hoy por su presunta responsabilidad en la desaparición de tres personas durante la dictadura que él mismo dirigió entre 1973 y 1990, según han informado fuentes judiciales. Ayer, otro juez procesaba al ex dictador (que mañana cumple 90 años) por cuatro delitos de corrupción ligados a sus cuentas secretas en el extranjero.

La resolución conocida hoy ha sido dictada por el magistrado Víctor Montiglio, encargado de juzgar la conocida como Operación Colombo, un montaje de la policía secreta de la dictadura para encubrir la desaparición (y presunto asesinato) de 119 opositores en 1975. Montiglio, tras notificar personalmente a Pinochet su procesamiento, ha ordenado su arresto domiciliario.

Ayer, el juez de la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile Carlos Cerda dictaba el auto de procesamiento de Pinochet en el caso de las cuentas secretas mantenidas en el extranjero, evasión de impuestos, utilización de falsos pasaportes, falsedad en declaraciones a la Hacienda y falsificación de documentos públicos, y dispuso su arresto domiciliario en su chalé de La Dehesa, una urbanización exclusiva de la capital chilena, según informa Ernesto Ekaizer. El ex dictador quedaba esta mañana en libertad bajo fianza por esta causa, fianza que el juez previamente había rebajado a la mitad de los 19.400 euros (12 millones de pesos) que dictó ayer.

La decisión de ambos jueces ha sido posible merced a que un equipo de médicos del Instituto Médico Legal y personal designado por las partes dictaminó la semana pasada que Pinochet estaba en condiciones de someterse a juicio en el caso de la Operación Colombo. El equipo médico, que actuaba por orden de la Corte Suprema de Chile, señaló que Pinochet había sobreactuado su presunta enfermedad, exagerando sus dificultades, pero dictaminó que tiene sus capacidades normales para una persona de su edad.

Augusto Pinochet había logrado escapar de la justicia española gracias, precisamente, a la decisión del ministro del Interior británico en marzo de 2000, Jack Straw, de dejarle regresar a Chile por padecer una presunta demencia senil que le hacía incapaz para someterse a un juicio justo. El 2 de marzo de 2000, al regresar a Chile y abandonar en el aeropuerto de Santiago la silla de ruedas que había utilizado para simular su incapacidad, muchas voces se alzaron para exigir su enjuiciamiento. Sin embargo, aunque Pinochet fue despojado de su inmunidad como senador vitalicio, las razones de salud le salvaron en uno de los casos en los que su participación había sido directa, el de la Caravana de la Muerte, en el que se le acusaba como actor intelectual en la ejecución de 75 opositores tras el golpe de Estado, en 1973. Su presunto estado de demencia senil también le permitió ser sobreseído en la causa del asesinato del ex comandante en Jefe del Ejército chileno Carlos Prats González, en Buenos Aires, en 1974.