Bachelet se impone en el primer debate entre los candidatos presidenciales chilenos
La ex ministra socialista es la favorita en los sondeos previos a las elecciones de diciembre
Transmitido por la cadena CNN en español y un canal local en la noche (hora local) del miércoles, con un formato en que hubo escasa discusión directa y se hacía la misma pregunta a cada candidato, el debate se concentró en materias sociales, económicas e internacionales. Al final sobró tiempo y las periodistas pudieron hacer una pregunta más que las planeadas.
Una encuesta telefónica de Time Research indicaba que triunfaron la ex ministra de Salud y Defensa Bachelet y el empresario Sebastián Piñera, de la derecha más tibia, en un empate con 29%, seguidos por el candidato de la coalición que encabeza el Partido Comunista, Tomás Hirsch (22%); en último lugar figuraba el representante de la derecha más cercana a la dictadura, Joaquín Lavín (14%). Otro sondeo, del diario El Mercurio, situaba a Bachelet en primer lugar, con un 32,2%, seguida por Piñera (26,8%), Lavín (21,1%) y Hirsch (3,3%).
Bachelet se mostró segura de sí misma, contundente y calmada en el debate. Afirmó que la principal reforma de su Gobierno afectará al sistema privado de pensiones para superar la crisis, ya que, si sigue como hasta hoy, en el futuro uno de cada dos trabajadores no tendrá derecho a pensión. Anunció una mayor fiscalización y regulación del mercado para hacer frente a la concentración del poder económico. Y planteó la prioridad de la integración de Chile en América Latina en asuntos de infraestructura y energía.
Sobre la relación con Estados Unidos, aseguró que mantendrá la misma autonomía que llevó al actual presidente, Ricardo Lagos, a manifestarse contra la guerra de Irak en el Consejo de Seguridad de la ONU. Respecto a la relación del Gobierno venezolano con Estados Unidos, señaló que era un error considerar a Hugo Chávez un peligro para América Latina, porque ha sido elegido democráticamente y reconfirmado después en las urnas. "Lo que es un peligro para América Latina es la pobreza, la desigualdad, la inestabilidad social, que muchos pueblos originarios no se sientan integrados a sus sociedades", sostuvo.
Cerró Bachalet su intervención marcando sus diferencias con los otros postulantes. "Muchas veces la gente se sorprende porque no soy una candidata tradicional. No soy de esas personas que ando recorriendo Chile, presentando soluciones (...) que luego no se podrán cumplir (...), tal vez es porque soy médico y tengo una mirada distinta", dijo.
Lavín, que quiere pasar a una segunda vuelta electoral con Bachelet y es candidato por segunda vez a la presidencia —Lagos lo derrotó por un estrecho margen en 1999—, usó un tono agresivo. Desafió a Lagos, reprochó el uso de la imagen de una estudiante en una campaña para usar condón contra el sida, apeló a Dios y criticó la concentración económica. El portavoz del Gobierno, Osvaldo Puccio, comentó ayer que la actuación de Lavín le recordaba a la de "un boxeador".
El millonario Piñera se mostró moderado, apostó por conquistar votos del centro y ofreció medidas para superar la pobreza. Hirsch, de la coalición que encabezan los comunistas, mostró la soltura de quien sabe que no ganará y atacó el modelo económico y a los postulantes de la derecha y acusó a Bush de ser "un peligro para la humanidad".
Los sondeos posteriores ratificaron que el debate no alteró la intención previa de voto, en una elección donde la principal duda es si Bachelet se impondrá en primera o en segunda vuelta para encabezar el cuarto Gobierno consecutivo de la Concertación desde que finalizó de la dictadura de Pinochet, en 1990. Con la economía creciendo en torno a un 6% este año, el desempleo a la baja y la popularidad de Lagos por encima del 60%, la ex ministra está cerca de la mitad de los votos que requiere para triunfar en primera vuelta, según las encuestas, con una campaña de baja intensidad.
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