La franja de Gaza, en alerta máxima, deja de ser territorio ocupado por Israel
Comienza el desalojo de las colonias de la franja, con la oposición de miles de colonos y de militantes ultraderechistas
El Ejército israelí ha bajado a las 24.00 hora local (una hora menos en la España peninsular) la barrera del paso fronterizo de Kisufim de Israel con Gaza en un acto con el que ha declarado oficialmente el comienzo de la evacuación de 21 asentamientos de Gaza y cuatro de Cisjordania. Los colonos israelíes deben abandonar Gaza, una zona de 40 kilómetros de largo por 10 de ancho junto al mar Mediterráneo. Es el precio que tiene que pagar Israel para la paz con sus vecinos palestinos.
En esa barrera hay un cartel que reza: "Stop. La entrada en la franja de Gaza y la presencia allí está prohibida por ley". El llamado Plan de Desconexión impedirá la entrada a los asentamientos a toda persona, a excepción de fuerzas militares, camioneros de mudanza y periodistas. Decenas de vehículos de colonos salen en estos momentos de la franja de Gaza.
Esta primera fase, denominada operación Confraternidad, durará 48 horas y es un período de gracia para que los colonos abandonen sus viviendas voluntariamente. De no hacerlo, el miércoles de madrugada entrarán en los asentamientos las fuerzas de evacuación. Pero el consejo de colonos de Gaza ha decidido que van a cerrar las puertas de sus casas para impedir la entrada a los soldados.
En estos momento de alerta y tensión un mortero ha hecho explosión en el asentamiento de Kafar Darom, cerca de Gush Katif, aunque no se han registrado víctimas. Algo más significativo ha acaecido en el norte de Cisjordania, donde unos 200 colonos judíos se ha enfrentado con soldados israelíes después de que éstos intentasen cerrar el paso, ha informado la edición digital del diario israelí Haaretz
En estado de alerta máxima
Este acontecimiento histórico ha motivado que las fuerzas de seguridad palestinas e israelíes se encuentren en estado de alerta. La retirada estará vigilada por los soldados israelíes y policías palestinos, para que los radicales no hostiguen a los colonos que abandonen sus hogares y para que no se produzcan disturbios con los ultraortodoxos israelíes, que tratan de impedir la marcha, diseñada por el primer ministro Ariel Sharon.
El Ministerio de Defensa israelí ha preparado a 55.000 soldados y policías al otro lado de la frontera con Gaza y en el interior de los asentamientos para garantizar la seguridad de los colonos.
Pese a que desde hace un mes está prohibido a personal no autorizado la entrada en los asentamientos, entre 3.000 y 4.000 militantes ultraderechistas han penetrado, con documentos falsos o escondidos en vehículos, para apoyar a los colonos. Una vez desalojadas las colonias, los militares israelíes procederán a su demolición.
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