El presidente electo iraní asegura que "la paz y la moderación" presidirán su Gobierno

El presidente electo iraní, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, ha anunciado esta tarde que "la paz y la moderación" guiarán su acción de gobierno. En su primera rueda de prensa tras derrotar el viernes al pragmático Alí Akbar Hashemí Rafsanyani en la segunda vuelta de las presidenciales, ha subrayado que el programa nuclear iraní tiene "objetivos civiles" y que, en todo caso, Irán está en su "derecho" de continuar con su desarrollo y así lo hará. Pero también ha prometido, preservando "el interés nacional", que mantendrá las conversaciones sobre este espinoso asunto con la UE. Pero no con EE UU, ya que "Irán no necesita mantener relaciones" con la potencia americana.

Hasta hoy, el presidente electo se había cuidado de hacer declaraciones sobre la política exterior, consciente de que su victoria ha sido interpretada como un riesgo añadido de desestabilizar la región y las ya delicadas relaciones de Irán con Occidente. "Será un Gobierno de la moderación que rechazará el extremismo, un gobierno para los 70 millones de iraníes, basado en paz y la convivencia", ha prometido el ex alcalde de Teherán, de 49 años, ingeniero civil y profesor de la Universidad de Teherán. Al ser preguntado sobre el programa nuclear de su país, el nuevo líder de Teherán ha advertido a la comunidad internacional que Irán proseguirá con su desarrollo de la energía atómica, pero con "fines pacíficos".

"Nuestra energía nuclear es el fruto de los esfuerzos propios iraníes. Continuaremos con esa tecnología con fines pacíficos para utilizarlos en la generación de electricidad, además de para objetivos médicos y agrícolas", ha precisado. Ahmadineyad ha anunciado que Irán mantendrá sus conversaciones con la Unión Europea (UE) para esclarecer la naturaleza de los programas nucleares iraníes, aunque ha matizado que ese diálogo debe basarse en "el respeto mutuo" y salvaguardando "el interés nacional". De fracasar este diálogo, EE UU ha amenazado con denunciar a Irán ante la ONU para que le imponga sanciones. También ha aludido a la necesidad de preservar "el respeto mutuo" al ser preguntado sobre la tensa relación con Estados Unidos, que acusa al régimen de Teherán de intentar acceder al armamento atómico para reforzar su armamento. En tono desafiante, Ahmadineyad ha señalado que "Irán no tiene necesidad" de entablar relaciones con Washington.

Visita al mausoleo de Jomeini

Estas primeras declaraciones a la prensa de Ahmadineyad parecen tener el propósito de tranquilizar a la comunidad internacional que, tras su victoria electoral del viernes, había expresado su preocupación por el perfil ultraconservador que se le atribuye y por la derrota del proyecto reformista y abierto que encarnaba el anterior presidente, Mohamed Jatamí. Lejos de esta imagen de moderación, su primer acto como presidente electo ha sido visitar esta mañana el mausoleo del fundador de la República Islámica de Irán, el ayatolá Jomeini. En el mausoleo, uno de los lugares más emblemáticos de Teherán situado al sur de la capital, Ahmadineyad ha renovado sus "votos de lealtad con el legado" de Jomeini, según informa la agencia oficial IRNA.

El flamante ganador, rodeado de sus principales colaboradores durante esta campaña electoral que le ha aupado al estrellato en un tiempo récord, ha depositado una corona de flores ante la tumba y ha sido felicitado por su victoria por Hassan Jomeini, nieto del ayatolá. Ahmadineyad se ha presentado en la campaña electoral como un purista que quiere recuperar el espíritu de los primeros tiempos de la revolución islámica, supuestamente contaminados por la modernidad y los intentos de apertura hacia Occidente. Pero ante las críticas y los miedos que ha despertado entre sus oponentes, el presidente electo ha recordado que todos deben "dejar de lado la rivalidad y volver hacia la amistad para desarrollar Irán". "Tenemos que juntar nuestros esfuerzos porque todos pertenecemos a una sola familia", ha declarado a su salida del mausoleo.

Su segundo pasado como presidente electo ha sido entrevistarse con el líder supremo del país, Alí Jamenei, máxima autoridad de la República Islámica, quien le ha dado "las directrices necesarias" en el desempeño de su labor, según IRNA. El líder supremo es considerado el "guía" de los destinos de la república y, como tal, puede alecciona al presidente. Ahmadineyad, que debe jurar su cargo el próximo 3 de agosto, aún no ha dado pistas sobre quiénes formarán su Gabinete. Los iraníes temen que la composición del Ejecutivo suponga una nueva demostración de su talante. En unos comicios bajo la sospecha de irregularidades, obtuvo 17 millones de votos frente a su rival, el ex presidente Rafsanyani, a quien sólo votaron 10 millones de iraníes.