La campaña electoral en Irán cierra con un llamamiento a la participación
Las encuestas, no del todo fiables, apuntan a que habrá segunda vuelta al no lograr la mayoría absoluta ninguno de los ocho aspirantes
Los ocho aspirantes a la presidencia de la república teocrática de Irán cierran hoy la campaña electoral con insistentes llamamientos a la participación masiva en los comicios del viernes, en los que ninguno conseguirá la mayoría absoluta, según las encuestas -no del todo fiables-, por lo que deberán ir a una segunda vuelta. Así las cosas, los candidatos a ocupar el lugar de Mohamed Jatamí tratan de movilizar a todos sus seguidores con el fin de asegurar su participación en la segunda y decisiva ronda.
El principal favorito, el conservador pero pragmático ayatolá Alí Akbar Hachemí Rafsanyani, de 70 años, ha celebrado su último acto en Teherán, una reunión con un grupo selecto de invitados en la línea de toda su campaña, centrada en dirigirse a pequeños grupos de poder. De hecho, Rafsanyani -que preside el influyente Consejo para el Discernimiento de los Intereses del Estado, un cuerpo de arbitraje con poderes legislativos- no ha celebrado ningún acto fuera de la capital, una estrategia que ha justificado con el argumento de que no quiere que le acusen de malversar fondos públicos. Rafsanyani, quien ya fue presidente entre 1989 y 1997 y auténtico poder en la sombra, ha vuelto a pedir a todos los iraníes que acudan a las urnas, convencido de que el pragmatismo y el centrismo puede hacer inclinar los votos en su favor.
Rafsanyani, cuya ventaja respecto a sus competidores va en aumento según se aproxima la fecha del sufragio, ha recibido importantes apoyos en los últimos días. El máximo dirigente del Organismo de Energía Atómica de Irán, Gholamreza Aghazadeh, afirmó hace dos días que Rafsanyani es el único candidato capaz de resolver el problema nuclear iraní, pero más tarde tuvo que matizar al señalar que era su percepción personal y no la del organismo que dirige. Además, 163 antiguos parlamentarios reformistas, los clérigos zoroástricos, 1.700 científicos e investigadores del país e importantes deportistas mostraron en los últimos días de campaña su apoyo a Rafsanyani. El ayatolá puede, además, resultar beneficiado por algunas peculiaridades del sistema electoral del régimen de los ayatolás.
Los rivales de Rafsanyani
Aunque desde 24 horas antes de la apertura de los colegios está completamente prohibido cualquier mensaje electoral, esta regla no se aplica a las cadenas extranjeras que se reciben en el país, y la estadounidense CNN ya anunció que mañana repetirá, por tercera vez, su entrevista con Rafsanyani. Pero el favorito no ha sido el único que ha recibido importantes apoyos en las últimas horas. En el campo reformista, el principal candidato, Mostafa Moin, ha sido respaldado por Ezatolah Zaobi, un importante activista de la corriente nacionalista-religiosa y del ilegalizado pero tolerado Movimiento para las Libertades.
Un rumor que ha crecido en los últimos días en Teherán asegura que Moin está respaldado entre bambalinas por el Líder Supremo, el conservador Alí Jamenei, quien lo estaría utilizando para cerrar el camino a Rafsanyani, único con capacidad de emprender reformas desde dentro del régimen, según esa hipótesis. Según diplomáticos extranjeros, Rafsanyani goza de una auténtica fortuna y de múltiples y estrechas relaciones con diversas instituciones de poder, como el Ejército, lo que podría permitirle un enfrentamiento con la línea más dura el régimen, cuyo líder es el gran ayatolá Jamenei.
Moin cerrará su campaña con una intervención en la localidad de Mashat, 950 kilómetros al noreste de la capital, ya que, al igual que la mayoría de los candidatos, ha optado por celebrar sus últimos discursos lejos de la capital. El conservador Mohamed Ghalibaf, que según diversos sondeos es el aspirante más sólido dentro de la línea dura debido a la moderación de sus mensajes durante los últimos días, también cerrará su campaña electoral en Mashat, su ciudad natal. Allí, según miembros de su candidatura, Ghalibaf, antiguo jefe de la policía de la capital, volverá a mostrar el mensaje tolerante de las últimas fechas, que tan buenos resultados, según las encuestas, le está dando.
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