La UE amplia hasta 2006 la suspensión de las sanciones diplomáticas a Cuba

La Unión Europea no ve "progresos satisfactorios" en materia de derechos humanos en Cuba, pero pese a todo ha decidido dar un año de margen al régimen de Fidel Castro —y de paso a la política de manga ancha impulsada por mediación española—, y mantener hasta junio de 2006 en suspenso las sanciones diplomáticas.

"Las medidas adoptadas el 5 de junio de 2003 permanecen en suspenso", han afirmado los ministros de Exteriores de la UE en un texto aprobado hoy, en el que se ratifica además la Posición Común de 1996, que busca estimular un proceso de transición democrática, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, y la mejora de la vida cotidiana del pueblo cubano.

El Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores ha reiterado así mismo su intención de mantener un diálogo "enfocado" y "sobre una base recíproca y no discriminatoria" con las autoridades cubanas para alcanzar estos objetivos, según ha afirmado el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la UE.

Las sanciones, adoptadas en junio de 2003 a raíz de la detención y condenas contra 75 disidentes cubanos, y que incluían la restricción general de las visitas oficiales a Cuba o la invitación a opositores a las recepciones en las embajadas de la UE, fueron suspendidas el pasado 31 de enero a propuesta del Gobierno español. Según fuentes comunitarias, el ministro español, Miguel Angel Moratinos, ha defendido hoy, durante el debate, la conveniencia de mantener este enfoque abierto al diálogo con el Gobierno de Fidel Castro como mejor modo de promover avances aperturistas en la isla.

Por su parte, el titular alemán, Joschka Fischer, insistió, según las mismas fuentes, en especificar que el objetivo de la UE debe ser promover la democratización de Cuba. Esto llevó a los 25 a modificar el borrador inicial del texto para precisar que el objetivo del diálogo deberá ser alcanzar resultados tangibles no sólo en los ámbitos políticos, económicos y de cooperación, como figuraba en principio, sino también en las "áreas de derechos humanos, la democratización y la liberación de prisioneros políticos".

El Consejo ha insistido en su"demanda urgente a Cuba de que libere sin condiciones a todos los presos políticos del grupo de los 75" así como a "los otros presos políticos aún en detención", y ha conminado a La Habana a "dejar de perseguir a las personas por razones políticas". Así mismo, ha deplorado la ausencia de "nuevas aperturas" más allá de este aspecto en particular.

Respecto a la expulsión de varios políticos europeos durante la celebración de un foro de disidentes el pasado mes de mayo, la UE ha instado al Gobierno cubano a "abstenerse en el futuro de acciones de este género que impiden el desarrollo normal de las relaciones entre Cuba y la Unión Europea", y no ha querido dejar de condenar "de manera categórica" la expulsión de los parlamentarios y periodistas europeos.