El Ejército de EE UU mata a más de 80 insurgentes en una ofensiva en la provincia de Al Anbar
El Gobierno japonés confirma el secuestro de un ciudadano nipón en Irak
El Ejército estadounidense y el iraquí han iniciado una ofensiva contra la insurgencia iraquí en la provincia de occidental suní de Al Anbar, una de las más conflictivas del país, que se ha cobrado la vida de más de 80 rebeldes y combatientes extranjeros en sus primeras 24 horas, según ha informado el mando militar de EE UU en un comunicado. La operación se produce después de una semana de ataques terroristas que han costado la vida a más de 300 personas. Por otro lado, el Gobierno japonés ha confirmado esta noche el secuestro de un ciudadano nipón en Irak, que había sido anunciado horas antes por el grupo Ansar al Sunna.
En la operación militar, lanzada ayer domingo contra focos de combatientes extranjeros e iraquíes en la provincia de Al Anbar, que ocupa el tercio oeste del país, las tropas de EE UU han matado a 75 presuntos rebeldes, según un comunicado del mando estadounidense en Bagdad. La nota también precisa que las muertes se registraron en las primeras 24 horas de la ofensiva, y que algunos de los insurgentes que perdieron la vida son extranjeros, sin que se precise su número ni su nacionalidad. La campaña bélica se desarrolla en una zona desértica situada al norte del río Eufrates de Al Anbar, provincia considerada uno de los principales feudos de los grupos insurgentes iraquíes.
Por su parte, el Ejército de Estados Unidos ha perdido a tres de sus soldados entre ayer y hoy, según afirma un comunicado. "Un marine ha muerto hoy por disparos enemigos en la provincia rebelde suní de Al Anbar, cerca de Siria"; además, otros dos soldados murieron el domingo en la misma región, lo que eleva a siete el número de soldados norteamericanos muertos en esta provincia durante el fin de semana.
La ofensiva se produce después de que la insurgencia intensificara su campaña de violencia en todo Irak y matara a unas 300 personas, incluidos militares de EE UU y policías iraquíes, tras la formación del nuevo Gobierno, el pasado 28 de abril. Ayer, el Ejército estadounidense anunció que mató a otros seis insurgentes y detuvo a un total de 54 más durante una campaña similar en la ciudad de Al Qaim, próxima a la frontera siria. Sin embargo, la actividad de los grupos rebeldes no parece menguar, ya que hoy seis policías iraquíes han muerto y nueve civiles han resultado heridos por la explosión de un coche bomba conducido por un suicida en el sudoeste de Bagdad.
Segundo juramento del Gobierno
Asimismo hoy, la policía iraquí ha hallado los cadáveres de ocho civiles, siete de ellos miembros de una misma familia de confesión chií, presuntamente asesinados por grupos insurgentes en un área situada al sur de Bagdad. Los cadáveres han sido encontrados en una zona cercana a la localidad de Al Yusufiya, a unos 30 kilómetros de la capital, ubicada en el llamado "triángulo de la muerte". Asimismo, fuentes castrenses de EE UU informaron la noche de ayer que siete militares estadounidenses han muerto en diferentes ataques y atentados perpetrados entre el sábado y el domingo. Mientras tanto, el Gobierno de Tokio ha confirmado esta noche el secuestro de un ciudadano japonés en Irak, que se ha atribuido horas antes el grupo terrorista Ansar al Sunna.
Según la agencia Kyodo, el ministro de Asuntos Exteriores, Nobutaka Machimura, ha indicado que el rehén es un empleado de una compañía de seguridad extranjera que opera en es país árabe. Horas antes, este grupo integrista ha asegurado en un comunicado haber secuestrado a un japonés que "trabaja en una base militar estadounidense" en algún lugar de Irak tras un enfrentamiento armado en el oeste del país en el que ha resultado herido leve. Otro comunicado del grupo colgado en Internet identifica al rehén como Akihiko Saito, y muestra una fotografía de uno de sus documentos de identidad.
Y en medio de estos episodios de violencia, el nuevo Gobierno iraquí ha prestado juramento por segunda vez ante el Parlamento, un día después de que la cámara aprobara la lista completa del gabinete tras cubrir las cinco carteras vacantes. Además del jefe de Gobierno, Ibrahim Al Yafari, y tres viceprimeros ministros, 31 ministros han jurado que actuarán en favor de la independencia y la soberanía de Irak. También se han comprometido a trabajar por "la protección del sistema democrático y federal de Irak", frase añadida al texto que los miembros del Ejecutivo leyeron la primera vez tras la formación del Gobierno el 28 de abril. Sigue vacante el puesto del cuarto viceprimer ministro, para el cual Yafari no ha elegido a nadie hasta el momento, y el del ministro de Derechos Humanos, ya que el suní elegido por Yafari renunció al cargo por "haberse enterado del nombramiento por la prensa".
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