Más de 100.000 personas asisten en la plaza de San Pedro a la primera misa por Juan Pablo II
El cardenal Sodano califica al Pontífice como "el Grande", denominación reservada para los pontifices que alcanzan la santidad
Más de 100.000 personas han asistido esta mañana en la plaza de San Pedro de Roma a la primera misa por el alma de Juan Pablo II, fallecido a las 21.37 de ayer en el Vaticano. Ha oficiado la ceremonia el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano, quien ha glosado en su homilía la figura del Papa fallecido.
Durante la misa en San Pedro Sodano se ha referido a Juan Pablo II como "el Grande", un apelativo reservado a los pontífices que alcanzan la santidad. Después, el obispo argentino Leonardo Sandri ha leído el último mensaje del Pontífice, un texto que había preparado para el Angelus de hoy: "El amor convierte los corazones y da la paz".
Para la ceremonia se han instalado en la plaza de San Pedro varias pantallas gigantes para que los participantes - hasta 200.000 según fuentes policiales- en la ceremonia pudieran seguirla sin problemas. Las banderas de todos los países se han podido ver en la Plaza de San Pedro, entre ellas algunas banderas españolas sostenidas por un grupo de fieles.
Las calles que llegan a la Plaza han sido cortadas al tráfico para facilitarla afluencia de la gente. Asimismo, se han aumentado los medios de transporte que llegan a la zona y se han puesto a disposición autobuses especiales para las personas con dificultades de movilidad.
Presencia de políticos italianos
En la misa han participado italianos y peregrinos de todo el mundo, que siguen llegando incesantemente a Roma. En la plaza se han entonado cantos y coros por el Papa difunto. A la ceremonia han asistido, entre otros, el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, y otros miembros del gobierno y de la oposición.
La casualidad ha querido que el fallecimiento de Juan Pablo II se produjera un día antes de la celebración de una de las liturgias más queridas por él, el Domingo de la Divina Misericordia, una fiesta instituida hace cinco años por el Papa para conmemorar la intuición de la hermana Faustina Kowalska, una mística que fue canonizada en 2000 gracias a la insistencia de Juan Pablo II. Se ha rezado la oración del Regina Coeli, que sustituye al Angelus en el periodo posterior a Pascua.
Para los funerales del Papa, que se celebrarán la próxima semana se espera una mayor afluencia de fieles. Las autoridades italianos calculan que unos dos millones de personas asistirán a las exequias fúnebres por el Pontífice, según ha informado la agencia Ansa.
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