La ayuda para las víctimas el maremoto en el sur de Asia alcanza ya los 2.000 millones de dólares

La ONU calcula que la cifra de muertos tras el maremoto del pasado domingo en el sureste de Asia termine por rozar los 150.000, pero duda de que se pueda fijar un balance preciso ya que el tsunami ha arrasado pueblos enteros y hundido un número incierto de embarcaciones. Gracias a los 500 millones de dólares aportados por Japón, la ayuda internacional para las víctimas es de 2.000 millones. En las últimas 24 horas, la isla indonesia de Sumatra ha revivido el horror al sufrir tres fuertes réplicas del seísmo. En Sri Lanka, las fuertes lluvias y riadas del monzón complican el rescate.

Las agencias internacionales informan de que el pánico ha regresado con estos nuevos movimientos telúricos a las zonas más afectadas por el maremoto del pasado domingo. Las labores de rescate de los cadáveres resultan especialmente complicadas en la provincia indonesia de Aceh ya que el acceso a la zona es muy complicado. Por ahora, el recuento oficial asciende a 123.752 muertos. Al otro lado del golfo de Bengala, en Sri Lanka, fuertes lluvias y riadas dificultan las tareas de rescate en el este de la isla, la región más afectada por los tsunamis.

"Una gran cantidad de carreteras no son transitables y más de 80.000 desplazados se encuentran aislados por las aguas", ha explicado Rauff Hakem, un diputado del distrito de Ampara, el más afectado. Para hacer frente a las consecuencias del maremoto, la ONU señala que la comunidad internacional ha comprometido ya 2.000 millones de dólares en donaciones, incluyendo 500 millones de Japón, 250 millones concedidos por el Banco Mundial y 350 millones de EE UU. Según ha indicado el coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Jan Egeland, "nunca se ha visto una respuesta del sistema internacional de este tipo", pero el mayor desafío ahora es llevar la asistencia a los cinco millones de personas cuyas vidas están en peligro.

EE UU pide al mundo "generosidad"

Esta tarde, Japón se ha convertido en el mayor donante mundial con 500 millones de dóalres, seguido de Estados Unidos, que ayer donó 350 millones de dólares. El fondo dispuesto por EE UU es diez veces superior a los 35 millones dólares iniciales comprometidos por el gobierno estadounidense, que provocó críticas de quienes consideraron que el monto no responden a la primera economía del mundo. Tras anunciar la mayor contribución financiera hasta el momento por un país individual, el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, pidió ayer al resto del mundo "generosidad", pues las repercusiones de la tragedia requerirán de ayuda a largo plazo.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió a los países donantes ayuda logística para las operaciones de emergencia, especialmente en áreas como la costa de la provincia de Aceh y Sumatra en Indonesia. Recordó que los equipos de la ONU, los países contribuyentes en activos militares y civiles -helicópteros y avionetas-, así como las autoridades locales están en una carrera "contrarreloj" para llegar al mayor número posible de afectados por la tragedia.

Además de los miles de muertos, el seísmo y posterior maremoto ha provocado más de un millón de desplazados en una decena de países del sudeste asiático, así como existen más de 5 millones de personas necesitadas que se han quedado sin casa y lo han perdido todo.