La falta de acuerdo entre los partidos radicales congela la devolución de la autonomía del Ulster
Las conversaciones continuarán la próxima semana a menor nivel político
Encerrados en el castillo de Leeds (al sur de Londres), republicanos y unionistas han tratado durante tres días de llegar a un acuerdo para reinstaurar la autonomía del Ulster, suspendida desde octubre de 2002. Las conversaciones, guiadas por los primeros ministros de Irlanda y Reino Unido, Bertie Ahern y Tony Blair, no han tenido sin embargo fruto alguno, y proseguirán a menor nivel político la semana que viene.
Buscándole el lado positivo al asunto, Blair ha manifestado tras plegar velas que tanto Londres como Dublín "están determinados a avanzar", y al parecer sobre una base firme. "Creemos que lo que ha ahora sobre la mesa es una oferta razonable en su sustancia e histórica en su significado", ha puntualizado el primer ministro británico. Remando en la misma dirección, Ahern ha explicado que existe "una perspectiva real de que se completen los actos de seguridad que hemos estado buscando en los tres últimos años". "Hemos hecho progresos en custiones clave como el paramilitarismo, la decomisión de armas y la policía. Esperamos asegurar un acuerdo plenamente amplio", ha añadido.
La reunión comenzó el pasado jueves, y es la más importante desde las negociaciones que permitieron alcanzar los Acuerdos de Viernes Santo en 1998. En principio parece que proseguirán la semana que viene, guiadas ahora por el ministro británico para Irlanda del Norte, Paul Murphy, y por el ministro de Exteriores irlandés, Brian Cowen.
Ayer, tanto los republicanos del Sinn Fein como los unionistas del reverendo Ian Paisley —los dos partidos más votados en cada una de las dos comunidades enfrentadas en Irlanda del Norte, y al mismo tiempo las fuerzas más radicales— admitieron "algunos progresos" en las conversaciones. Sin embargo, la ausencia de un borrador para el acuerdo no permitía augurar nada bueno más allá de las declaraciones de buenas intenciones realizadas por el líder republicano Gerry Adams y por Peter Robinson, número dos del Partido de los Unionistas Democráticos.
Londres decidió suspender la autonomía del Ulster y recuperar la gestión de Irlanda del Norte hace dos años ante los problemas que atravesaba el proceso de paz; no hay pues Parlamento, ni Gobierno ni ministro principal, un puesto que hasta las pasadas elecciones ocupó el moderado David Trimble, líder del Partido Unionista del Ulster (UUP). Sin embargo los analistas creen que ahora resulta vital para el proceso de paz devolver la autonomía; pero para ello es necesario que el DUP —vencedor en los comicios del pasado mes de noviembre— acepte gobernar con el Sinn Fein, al que le corresponde la presidencia como partido mayoritario entre el electorado nacionalista católico.
Ése era el objetivo de esta ronda de negociaciones, que continuará ahora con la intención de llegar a un pronto acuerdo que permita poner fecha a la devolución de la autonomía, condicionada eso sí a la exigencia unionista de que el IRA anuncie de alguna manera su disolución o certifique la destrucción integral de sus arsenales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.