La mujer de Kerry protagoniza la segunda jornada de la convención

Teresa Heinz Kerry, mujer del candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, se convirtió anoche en la protagonista de la segunda jornada de la Convención Nacional del partido, que se celebra estos días en Boston.

La esposa de John Kerry, heredera del imperio de las salsas Heinz, compensó su virulento comportamiento del pasado lunes -cuando increpó abruptamente a un periodista-, haciendo gala de todo su encanto personal, su capacidad de oratoria y su conocimiento de idiomas para encandilar a los delegados demócratas.

La plana mayor del partido demócrata se afanó ayer en ensalzar la figura de su candidato, el senador John Kerry, utilizando una de sus armas electorales predilectas, subrayar la faceta heroica de su candidato. "Kerry ganó las medallas [en Vietnam] a la antigua... poniendo su vida en peligro. Nadie defenderá mejor esta nación que él", dijo su esposa, ante los más de 4.000 delegados de la convención.

Teresa Heinz pidió el voto para su marido en español, francés e italiano. El apoyo de las minorías será una de las bazas más importantes en las elecciones presidenciales de noviembre, lo que ha provocado que tanto demócratas como republicanos hayan realizado anuncios en televisión hablando en castellano. En alusión a la decisión de Bush de lanzar la guerra en Irak sin el respaldo de la ONU, la esposa del candidato prometió que Kerry "no será uno de los líderes mundiales que confunden la testarudez con la fuerza".

El senador Edward Kennedy aseguró que el candidato demócrata respetará los ideales de justicia social del partido y quienes lo conocen "saben que es un adecuado heredero de esos ideales". Tras lo cual acusó a Bush de traicionar los ideales de justicia social y de "fomentar el miedo al terrorismo, el desmantelamiento de la Seguridad Social y el desempleo".

"John Kerry ofrece esperanza, no miedo", anunció Kennedy, quien denunció a los "falsos patriotas que aplastan a los que disienten", porque "nos han engañado con su retórica en los últimos años, pero no les dejaremos que nos engañen dos veces". Kennedy también recordó la guerra de Irak y señaló que más de 900 soldados estadounidenses han muerto "en este mal guiado conflicto".

Howard Dean al servicio de Kerry

El que fuera favorito en las elecciones primarias para elegir al candidato demócrata a la presidencia, Howard Dean, prometía anoche su apoyo a quien fue su rival. En uno de los discursos más esperados, Dean aseguró que la victoria del senador Kerry en las elecciones del próximo 2 de noviembre ayudará a EEUU a recuperar el liderazgo mundial.

"Kerry y el candidato a la vicepresidencia de EEUU, el senador John Edwards, son los hombres que van conducir a este país en la concreción de esa tarea", señaló en un discurso.

Dean, que ya había anunciado que los votos de los 201 delegados ganados durante esos comicios internos irían para Kerry durante la convención, señaló que el senador de Massachusetts "es el único que puede recuperar el prestigio de este país". El ex gobernador insistió en la consigna demócrata de ensalzar a Kerry como un factor de unión del país y señaló que en ese objetivo" no permitiremos que nos dejen atrás aquellos que no están de acuerdo con nosotros".

El discurso más emotivo

Barack Obama es hijo de un modesto agricultor keniata y candidato al Senado por Illinois. La historia de su vida simbolizó anoche la materialización del sueño americano y su discurso se convirtió en el más emotivo de la noche.

"Kerry cree en unos Estados Unidos donde el trabajo duro es recompensado. Así que en vez de ofrecer recortes de impuestos a las compañías para que exporten puestos de trabajo, él los ofrecerá para los que los crean en casa", indicó.

Obama se refirió a la seguridad y al terrorismo al señalar que "tenemos enemigos reales en el mundo. Esos enemigos deben ser encontrados. Tienen que ser perseguidos y deben de ser derrotados. John Kerry lo sabe... y un presidente Kerry no dudará un momento para utilizar nuestras fuerzas armadas y mantener EEUU seguro".