Los nombres propios del nuevo Irak

Gazi al Yauar, presidente (suní)

Este prominente líder tribal sunita no era el preferido de EE UU para este puesto, pero el Consejo Provisional de Gobierno logró imponerle. Le gusta vestir la ropa tradicional para marcar distancias con Occidente. Estudió en Washington e hizo fortuna en Arabia Saudí. Exiliado durante el régimen de Sadam, exigía hace días una transferencia real de soberanía.

Ayad Alaui, primer ministro (chií)

Neurocirujano exiliado durante décadas en Londres, Alaui es el hombre fuerte del Ejecutivo. Fue miembro del partido Baaz hasta que Sadam Husein logró su control. En 1991 se convierte en uno de los principales opositores en el exterior al régimen. Cercano durante años a la CIA, se le considera un hombre de Washington y los líderes religiosos le tildan de demasiado laico.

Hazem Chaalane, ministro de Defensa (chií)

Hombre fuerte de la tribu chií Ghazal, nacido en 1947 en Diwaniya, se convirtió en Gobernador de su provincia en abril de 2003. Diplomado en Economía y Gestión de Empresas por la Universidad de Bagdad, en 1972, fue director de la Oficina Estatal Inmobiliaria en la región de Kout-Diwaniya entre 1983 y 1985, año en el que se exilió a Gran Bretaña, donde montó una agencia inmobiliaria.

Adel Abdel Mahdi, ministro de Finanzas (chií)

Nacido en Bagdad en 1942, es el número dos del Consejo Supremo de la Revolución Islámica Iraquí, el partido chií más poderoso. Pasó casi dos décadas en Francia, donde estudió Ciencias Económicas y Políticas. También residió en China. Se define a sí mismo como un islamista moderado y realista.

Falah Al-Nakib, ministro del Interior (suní)

Hijo de quien fuera Jefe del Estado Mayor de la Defensa en 1960, Al-Nakib se formó y ejerció como ingeniero civil en EE UU. Dirigente del Movimiento Nacional iraquí, volvió del exilio tras la caída del régimen de Sadam. Tras ser nombrado gobernador de la provincia de Salahiddin, de la que depende Tikrit -feudo del ex dictador- se convirtió en una baza indispensable para la pacificación de los suníes.

Hoshyar Zebari, ministro de Exteriores (kurdo)

Los kurdos representan entre un 15% y un 20% de la población iraquí. Zebari es su principal representante en el Ejecutivo. Diplomado en Políticas por la Universidad de Amman, Jordania y licenciado en Sociología por la Universidad de Essex, entró en el gabinete del PDK (Partido Demócrata de Kurdistán) en 1979. Entre 1988 y 2003, representó a la formación en Europa, encargado de estrechar las relaciones diplomáticas.

Thamer Abbas Ghadbane, ministro del Petróleo (chií)

Sucesor de Ibrahim Bahr Al-Ouloum, y cuya designación fue eminentemente política, se trata de un hombre que ha trabajado durante 31 años en el mundo petrolífero. Formado en el Reino Unido, fue director de planificación y, como técnico, desarrolló toda su trayectoria profesional dentro del Ministerio. Está considerado como un hombre de confianza del primer ministro.

Alí al Sistani, ayatolá (chií)

Uno de los cinco grandes ayatolás vivos. Líder espiritual de los chiíes de Irak y jefe de la Hauze de Najaf, escuela de estudios coránicos con un poder similar al Vaticano entre los católicos. Se le considera un moderado pragmático. Una prueba, su fetua de abril de 2003 en la que ordenaba no oponerse a las tropas norteamericanas. Sistani defiende la elección inmediata de un Gobierno en las urnas.

Múqtada al Sáder, clérigo (chií)

Clérigo radical chií de 30 años, jefe de la milicia del Ejército del Mahdi, que se ha enfrentado al Ejército estadounidense en Nayaf y Kufa. Washington decretó su captura "vivo o muerto". Carece del peso religioso de Sistani, pero tiene un gran ascendiente sobre los chiíes pobres del sur y de Bagdad. Alaui trata de incorporarle a la transición.

Ahmed Chalabi, líder político (chií)

Líder del Congreso Nacional Iraquí, principal partido de la oposición a Sadam. Fue el hombre del Pentágono, hasta que la Casa Blanca ha empezado a sospechar que pasa información a Irán. En estos meses se ha hecho con el control de muchas empresas. Un moderado táctico, Chalabi coquetea con el poder religioso. Su aspiración es hacerse con el poder cuando concluya este periodo transitorio.

John Negroponte, embajador de EE UU

Muchos asuntos clave van a seguir decidiéndose en un anexo del Palacio de la República, que en los próximos días será inaugurado como la Embajada de EE UU. La polémica carrera diplomática del sustituto de Paul Brenner se ha desarrollado en Vietnam, Honduras, México, Filipinas y en la ONU. Fue uno de los principales valedores de la lucha anticomunista de EE UU en Centroamérica

David H. Petraeus, Director de la Oficina para la Seguridad de la Transición en Irak

General de tres estrellas encargado por EE UU es la formación de un nuevo ejército sobre las cenizas de los militares de Sadam Husein. Ha pedido, ante todo, mucho dinero. "Es una policía que recibe disparos de verdad. Necesitan los mismos equipos que nuestros soldados", declaró a una publicación militar.