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El Supremo limita el poder de Bush para mantener en la cárcel sin juicio a presuntos terroristas

La sentencia de la Corte se aplica también a los detenidos en Guantánamo, a los que reconoce su derecho a cuestionar ante un juez su arresto

El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dictaminado hoy por un estrecho margen que el Congreso otorgó al Gobierno de George W. Bush el poder para mantener encarcelado a un ciudadano sin presentar cargos contra él y sin juzgarle, dentro del paquete de poderes concedidos por el Parlamento para emprender la guerra contra el terrorismo. Sin embargo, los jueces estiman que el detenido tiene derecho a cuestionar ante un tribunal su detención, según informa The New York Times.

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Los jueces se han pronunciado sobre el caso de Yasser Hamdi, que atañía sólo al caso de los prisioneros de nacionalidad estadounidense, pero han emitido un dictamen similar aplicable a los cerca de 550 cautivos talibanes y de Al Qaeda encarcelados en la base de Guantánamo.

Criado en Oriente Próximo

Hamdi, de 23 años e hijo de un saudí empleado en la industria petrolera en Luisiana, nació en EE UU, aunque se crió fuera del país, en Oriente Próximo. Fue detenido en Afganistán hace algo más de dos años y encarcelado en Guantánamo, de donde salió más tarde al comprobarse su nacionalidad para pasar a una prisión de la Armada. También fue declarado "combatiente enemigo".

Durante su cautiverio ha sido interrogado en numerosas ocasiones sin la presencia de un abogado, al que sólo ha podido acceder hace poco tiempo. El Gobierno se ha negado con uñas y dientes a poner a Hamdi o a cualquier otro estadounidense sospechoso de ser terrorista ante un juez, puesto que, en su opinión, un juicio pondría en peligro los poderes presidenciales en esta batalla contra el terrorismo internacional.

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Detenido en el aeropuerto

El Supremo, sin embargo, ha señalado el derecho del detenido a contar con el consejo de un abogado, y ha dictaminado que "un proceso en buena y debida forma implica que un ciudadano detenido en Estados Unidos en calidad de combatiente enemigo tenga una verdadera posibilidad de apelar los hechos que originaron su detención ante una instancia neutral".

La Corte Suprema tiene pendiente aún de dictamen el caso de José Padilla, otro estadounidense en una situación similar a Hamdi. Padilla, de 33 años, es un puertorriqueño nacido en Nueva York, que se convirtió al islam en la cárcel y es sospechoso de actividades terroristas. Fue detenido en mayo de 2002 en el aeropuerto de Chicago, cuando llegaba procedente de Egipto, donde vivía. Un mes después, Bush le declaró "combatiente enemigo", como a los talibanes y a los miembros de Al Qaeda. Como Hamdi, está en una cárcel militar de Carolina del Sur. Ambos tuvieron acceso a sus abogados hace poco, y supieron que su caso iba a ser atendido por el Supremo.

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