El Pentágono, forzado a facilitar las imágenes de los ataúdes de los soldados muertos en Irak
La censura sobre la repatriación de cadáveres se aplicaba estrictamente desde el comienzo de la guerra
La controversia está servida en Estados Unidos. Los principales medios de comunicación de ese país -The New York Times, CNN, USA Today y Los Angeles Times, entre otros- llevan hoy a sus portadas en Internet fotografías de la repatriación de soldados muertos en Irak. El Pentágono prohíbe desde 2003, coincidiendo con la invasión de Irak, la cobertura periodística del retorno a casa de los militares muertos. Esa política restrictiva fue sorteada la pasada semana por una web privada, www.thememoryhole.org , que logró que el Ejército le entregara 361 instantáneas de la repatriación de féretros, amparándose en el Acta de Libertad de Información, la primera enmienda de la Constitución estadounidense.
El pasado 14 de abril, los militares no tuvieron más remedio que entregar un CD con las imágenes al abogado y activista Russ Kick, a cargo de The Memory Hole (el agujero de la memoria). Consciente de que este precedente puede acabar con la censura informativa en tiempos de guerra, el Pentágono ha cerrado filas y ha exigido a sus mandos que no vuelvan a difundir fotos de los soldados caídos en batalla, y a los medios que no reproduzcan dichas dichas imágenes.
Pero de nada han servido estas advertencias, ya que los medios estadounidenses más prestigiosos, temorosos hasta ahora de entrar en polémicas, se han lanzado en masa a colgar en sus páginas algunas de esas fotografías, en las que aparecen los féretros envueltos en la bandera de las barras y estrellas llegando al principal mortuorio militar del país, la base aérea de Dover (Delaware).
La política de cerrojo aplicada por el Pentágono, que dice defender a las familias de las víctimas, ha generado una fuerte controversia entre quienes defienden la libertad de prensa, los que exigen respeto a los muertos y los que acusan al Gobierno de hacer invisibles a los muertos para evitar que crezca el descontento popular por la guerra. Un portavoz militar de la base de Dover ha reconocido hoy mismo el malestar que se vive estos días en los despachos del departamento que dirige Donald Rumsfeld. "No están contentos con la divulgación", ha dicho.
El veto a los féretros de militares fallecidos en actos de guerra fue impuesto por el entonces presidente Bill Clinton, pero apenas si se aplicaba cuando el Pentágono decidió reforazlo con motivo de la invasión de Irak. La polémica desatada por las crecientes presiones del Gobierno para ocultar las bajas ha llevado al portavoz de Defensa, Gary Keck, a recordar que la finalidad del decreto es el respeto al dolor de las familias, un discurso emocional que de por sí ya impera en los medios estadounidenses. Sin embargo, la creciente oposición a la guerra acusa al Gobierno de querer hacer invisibles a los muertos de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
La primera foto apareció en 'The Seattle Times'
El primer medio en echar leña al fuego fue el Seattle Times, que el domingo pasado publicó a toda página una fotografía realizada en Kuwait por la contratista estadounidense Tami Silicio, en la que se mostraban más de 20 ataúdes de soldados muertos en Irak mientras eran introducidos en un avión para su traslado a EE UU. La primera consecuencia de la publicación de la imagen fue el despido fulminante de Silicio por parte de la compañía Maytag Aircraft, que había enviado a la mujer a la base de Dover en Kuwait para realizar servicios de apoyo al transporte aéreo del Pentágono. Ayer, junto al cese de Silicio, Maytag también dejó en la calle a David Landry, otro empleado que se había casado recientemente con ella.
La mujer asegura que tomó la foto para mostrar el cuidado y respeto con el que se trata a los caídos y que la envió a una amiga, Amy Katz, quien a su vez la reenvió al periódico. El diario obtuvo el consentimiento de Silicio para publicarla, aunque sin remuneración, el pasado domingo, junto con un artículo acerca del trabajo que realizaba en el aeropuerto internacional de Kuwait. El presidente de la empresa, William Silva, reconoció al Seattle Times que el despido se debe a las "preocupaciones" mostradas por los mandos militares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.