Más de 2.000 soldados de Estados Unidos cercan Nayaf en busca del líder radical chií
Al menos cinco iraquíes mueren en Faluya, donde la tregua se ha ampliado otras 48 horas
Estados Unidos parece dispuesto a cumplir lo anunciado el lunes por el comandante de las fuerzas de la coalición en Irak, Ricardo Sánchez, quien aseguró que hay que "detener o matar a Múqtada al Sáder". El líder de los rebeldes chiíes se refugia en Nayaf, que está bajo mando español. Allí se han concentrado hoy 2.500 soldados estadounidenses con la intención de asediar la ciudad, según informa la BBC.
Las palabras de Sánchez, que anunciaban una operación para capturar a clérigo rebelde, obtuvieron una rápida respuesta por parte del líder chií, quien se mostró dispuesto a "morir en martirio" resistiendo a la ocupación. Múqtada Al Sáder, al que defiende la milicia de Mahdi, aseguró que, a pesar de todo tiene, "las puertas abiertas", y que no quiere cerrar ninguna". Al parecer, el jefe de los rebeldes aludía a una mediación de jefes tribales y religiosos iraquíes para encontrar una salida a la crisis desencadenada por la insurrección chií.
Esta tarde, el clérigo radical ha señalado por medio de un colaborador próximo que renuncia a todas sus condiciones previas en la negociación, y que está dispuesto a aceptar lo que ordene la máxima autoridad religiosa chií, la Marjaiya. Este órgano ha elegido, según ha dicho, una delegación para negociar con Estados Unidos, al frente de la cual se encuentra Abdel Karim al Aanazi, dirigente del partido Dawa.
En Nayaf, la ciudad del sur de Irak en la que se encuentra la base militar española Al Andalus, los seguidores de Múqtada controlan parte de los edificios públicos. Los ataques contra las tropas de la coalición, en su mayoría sin consecuencias, son algo habitual en una localidad santa para los chiíes.
Débil tregua en Faluya
Más al norte del país, la tregua en la ciudad de Faluya, el bastión suní donde decenas de personas han muerto en la última semana, se ha ampliado esta mañana otras 48 horas, según ha anunciado Fuad Raui, responsable del Partido Islámico Iraquí, una formación también suní que media entre los rebeldes y la coalición. La razón de esta nueva prolongación del alto el fuego que, no obstante, ha sido violado repetidas veces en los últimos días, es permitir la reapertura de dos importantes hospitales de la ciudad asediada por los marines. La fragilidad de esta tregua se ha hecho patente horas después con el anuncio de la muerte de cinco iraquíes en enfrentamientos con las tropas de EE UU durante la pasada noche.
Mientras se intenta apaciguar la situación en Faluya, continúan los enfrentamientos en Bagdad. Al menos seis civiles iraquíes han muerto y varios más han resultado heridos hoy por disparos de soldados norteamericanos. Según testigos, los militares abrieron fuego contra un grupo de iraquíes que robaban un camión cargado de suministros militares en Bagdad. Además, cuatro marines del Ejército de EE UU fallecieron ayer en un combate en la provincia de Al Anbar, al oeste de la capital iraquí, según han confirmado hoy fuentes de la coalición. Por otro lado, un helicóptero estadounidense ha sido derribado por un misil en un área cercana a la frontera de Irak con Siria, según la cadenas de televisión árabes Al Arabiya y Al Yazira", lo que no ha sido confirmado ni desmentido por las tropas de EE UU.
Los soldados estadounidenses matan a un iraquí de una paliza
Un iraquí ha muerto tras recibir una fuerte paliza con porras de un grupo de soldados estadounidenses. El fallecido se había negado a quitar de su coche una fotografía del líder radical Múqtada Al Sáder. Los soldados estadounidenses participaban en operaciones de rastreo en una calle del centro de Kut, a 180 kilómetros al sureste de Bagdad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.