Le Pen, condenado a una multa de 10.000 euros por incitar al odio racial
El Tribunal Correccional de París considera que unas declaracioses suyas provocan "odio contra los musulmanes"
El líder ultraderechista francés Jean-Marie Le Pen tendrá que pagar una multa de 10.000 euros tras ser condenado por un delito de discriminación e incitación al odio racial en razón de unas declaraciones que realizó al diario Le Monde hace un año.
Le Pen tendrá también que publicar la sentencia condenatoria en este diario, donde realizó las siguientes declaraciones en una entrevista concedida en abril de 2003: "El día en que tengamos no cinco, sino 25 millones de musulmanes, mandarán ellos. Y los franceses caminarán pegados a las paredes, descenderán las aceras bajando la mirada".
Esa frase, junto al resto de la entrevista publicada por el vespertino francés, sirvió de base de acusación a la Fiscalía, que había solicitado dos meses de prisión exentos de cumplimiento, 80.000 euros de multa y un año de inhabilitación para cargos públicos. Por su parte, la Liga de Derechos Humanos y la Liga contra el Racismo se habían constituido en parte civil, por lo que Le Pen deberá abonarles 5.000 euros en concepto de daños e intereses, en lugar de los 100.000 euros que le reclamaban.
Durante la audiencia, Le Pen aseguró que sus declaraciones no contenían incitación alguna a la discriminación o al odio racial y alegó el derecho a la libertad de expresión, pero los jueces han cosiderado que "sus declaraciones hacen pensar que los franceses están amenazados. En particular en su integridad física, cuando se multiplique el número de musulmanes en territorio francés, y hacen nacer hacia ese grupo de personas reacciones de rechazo y odio", afirma la sentencia.
No hay "duda" de que "al oponer a musulmanes frente a franceses, para subrayar los riesgos de seguridad de los segundos, Le Pen exhorta al rechazo, es decir al odio a la población de religión musulmana", según los jueces, que califican las palabras del secretario del Frente Nacional de "ultraje". "Sus afirmaciones, procedentes de un político susceptible de tener influencia en la opinión pública, causan un problema particular al orden público", añaden.
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