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Condenado a muerte uno de los 'francotiradores de Washington'

John Allen Mohamed, de 43 años, ya fue encontrado culpable de uno de los 10 asesinatos cometidos en octubre de 2002 en los alrededores de Washington

El juez federal de EE UU LeRoy Millette ha condenado a muerte a John Allen Mohamed, uno de los dos francotiradores que sembraron el terror en el área de Washington en octubre de 2002. El juez había rechazado previamente la petición, por parte de los abogados del condenado, de un nuevo juicio.

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Millette, como se preveía, ha confirmado la sentencia dictada por un jurado popular el pasado mes de noviembre y ha fijado para el próximo 14 de octubre la fecha de la ejecución, que se verá, previsiblemente, retrasada por las apelaciones, que ya ha anunciado. En su sentencia, el juez ha desestimado el recurso de Mohamed de que su condena se basó más en el estado emocional causado por los asesinatos que en pruebas reales. "No tengo nada que ver con ellos", ha declarado el reo.

La pena capital para Mohamed, de 43 años, había sido recomendada por el jurado el 24 de noviembre del 2003, poco después de declararlo culpable del asesinato Dean Harold Meyers, el 9 de octubre de 2002, en una gasolinera de Manassas (Virginia).

Tres semanas de terror

El de Meyers fue uno de los 10 asesinatos que llevaron a cabo Mohamed y el entonces menor John Lee Malvo durante el mes de octubre de 2002, en la zona de Maryland y Virginia. Durante tres semanas, ambos sembraron el terror en las afueras de la capital de EE UU con 13 tiroteos que acabaron con la vida de 10 personas e hirieron a otras tres. Apostados en las inmediaciones de los aparcamientos de centros comerciales o gasolineras, disparaban contra cualquiera que se pusiera por delante con un rifle de precisión. En su macabro juego, dejaron alguna señal a los investigadores, varias cartas del tarot en la que amenazaban con nuevas muertes, exigían una cantidad de dinero o se autoproclamaban "Dios".

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Durante tres semanas, ambos burlaron los esfuerzos policiales, a los que se sumaron incluso aviones militares. Las tranquilas afueras de la capital estadounidense se convirtieron durante esos días en un auténtico infierno, con gente aterrorizada incapaz de aventurarse a salir a la calle. No había una víctima-tipo. Cualquiera podía ser objetivo del llamado asesino del tarot. Finalmente, el 24 de octubre de 2002, la policía del condado de Montgomery detuvo a dos personas mientras dormían en su furgoneta en una carretera de Maryland. Se trataba de John Allen Mohamed, ex soldado de 42 años, y a John Lee Malvo, inmigrante ilegal jamaicano de 17 años con el que mantenía una extraña relación padre-hijo.

Malvo, de 19 años en la actualidad, fue hallado culpable por un jurado popular en diciembre de 2003 y su sentencia será dictada el miércoles. Tras evitar, en parte por su edad, la pena de muerte, Malvo se enfrenta a una condena de por vida sin posibilidad de perdón.

John Allen Mohamed escucha su condena junto a sus abogados en el juzgado.
John Allen Mohamed escucha su condena junto a sus abogados en el juzgado.AP

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