Asesinado el controlador del Tupolev y el Boeing que chocaron sobre el lago Constanza en 2002
La policía investiga la posible relación entre el crimen y el accidente aéreo que costó la vida a 71 personas
El controlador suizo al que se le atribuía parte de la responsabilidad en el accidente aéreo ocurrido el 1 de julio de 2002 al sur de Alemania en el que murieron 71 personas, en su mayoría niños rusos que iban de vacaciones a España, fue asesinado el pasado martes en su domicilio en extrañas circunstancias. La policía de Zúrich no descarta una posible relación entre el crimen y el siniestro aéreo.
El controlador, de origen danés y de 36 años, identificado por la prensa suiza sólo por sus iniciales, P.N., recibió varias puñaladas en su domicilio de Kloten (Zúrich), donde vivía con su mujer y sus dos hijos pequeños.
La policía cantonal de Zúrich no descarta una posible relación entre el asesinato y aquel accidente, y en su lacónico comunicado señala que el autor del crimen podría "venir de la Europa del Este".
El controlador estaba de servicio en el aeropuerto de Zúrich el 1 de julio de 2002 cuando un Tupolev-154 y un Boeing-757 colisionaron en el aire cerca de la frontera suizo-alemana del lago Constanza. El Tupolev-154 ruso volaba a Barcelona desde Moscú mientras que el Boeing, de la compañía de mensajería DHL, se dirigía de Bérgamo(Italia) a Bruselas.
Un controlador de identidad oculta pero conocida por muchos
Las investigaciones revelaron que el primer aviso del controlador suizo al Tupolev se produjo 44 segundos antes de la colisión y fue seguido de un segundo aviso 14 segundos después, lo que sólo dejaba 30 segundos para evitar el choque. Los investigadores señalaron la responsabilidad que tuvo en el accidente la empresa de control aéreo Skyguide, ya que había un solo controlador de guardia en el momento del accidente y el sistema de alarma anticolisión estaba fuera de servicio momentáneamente debido a trabajos de mantenimiento. A finales de noviembre del año 2003, Skyguide y los abogados de parte de los familiares de los fallecidos en el accidente llegaron a un acuerdo sobre las indemnizaciones.
Aun cuanto el nombre del controlador no apareció nunca en la prensa suiza en relación con aquel accidente, numerosas personas sabían quién era y dónde vivía. Su asesino, descrito por la policía como un hombre de unos cincuenta años y 1,75 metros de estatura, delgado y con barba gris, huyó a pie tras abandonar el apartamento de la víctima.
"Estamos todos profundamente consternados", ha declarado a la prensa el portavoz de Skyguide, Patrick Herr, quien ha agregado que "nunca hasta hoy había sido atacado ninguno de nuestros empleados". "Estamos poniendo a punto una célula de crisis para apoyar a los otros empleados, que continúan haciendo su labor en circunstancias muy difíciles", apostilló.
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