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La oposición de Haití rechaza el plan de paz y amenaza con tomar Puerto Príncipe en dos o tres días

El presidente Aristide se prepara para resistir en la capital

La revuelta desatada en Haití para derrocar al presidente del país, Jean Bertrand Aristide, no tiene visos de encontrar una salida pacífica. Tras hacerse ayer con el control de Cabo Haitiano, la segunda ciudad del país, los milicianos rebeldes han amenazado con tomar la capital, Puerto Príncipe, "en dos o tres días" y con el total del país en un par de semanas. Además, han rechazado oficialmente el plan de paz propuesto por la comunidad internacional y que pasa por el nombramiento de un nuevo presidente y de un nuevo Gobierno "multipartidista".

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El comandante militar de los insurrectos, Guy Philippe, ha adelantado que estará en Puerto Príncipe "antes de dos o tres días" y que pretende "liberar a todo el país antes de quince días". Además, ha rechazado que su grupo pretenda hacerse con el poder político del país: "No tenemos un objetivo político, deberá surgir de la Suprema Corte asumir el poder", ha afirmado, para sentenciar que volverá a su ciudad si "el nuevo presidente no nos necesita".

En un intento desesperado por encauzar la crisis, la misión internacional de mediación ha ofrecido un plan que incluye la salida del poder anticipada de Aristide, si éste no acepta compartir el poder con la oposición antes de las 23.00 horas de hoy, hora española, según estas fuentes diplomáticas. Sin embargo, la coalición opositora Plataforma Democrática ha anunciado oficialmente que rechaza el plan de paz -respaldado por EE UU, la Organización de Estados Americanos (OEA), los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y otras naciones- e insiste en la renuncia del presidente, que sí se pliega al plan internacional, que prevé el nombramiento de un nuevo primer ministro, para dar fin a la crisis que vive este país hace más de un año. Además, incluye la designación de un nuevo Gobierno "multipartidista" y la creación de las bases para celebrar unas elecciones "limpias".

André Apaid, del Grupo 184, ha explicado que, tras consultar con sus bases, la Plataforma reitera que "después de tantas violaciones y crímenes, Aristide debe salir de manera no violenta, pacífica, y negociada". Los opositores consideran a Aristide culpable de la violencia y le acusan de "armar a la población civil en Haití". Para Apaid y el resto de líderes de la coalición, "un buen plan debe garantizar el desarme y el plan que propone la comunidad internacional no lo garantiza".

Aristide se prepara para resistir

Aristide ha prometido "resistir" en Puerto Príncipe, donde sus partidarios se están organizando para intentar detener el avance de las fuerzas rebeldes. La capital haitiana vive momentos de gran tensión después de que los rebeldes anunciaran que tomarán la ciudad en los próximos días y el resto del país en dos o tres semanas. Durante la revuelta, iniciada hace tres semanas, los rebeldes, cuya fuerza es de unos pocos centenares, la mayoría ex militares del ejército disuelto por Aristide, se han hecho con las capitales de tres departamentos del centro y norte del país, controlando efectivamente más de la mitad de la nación caribeña.

A raíz de la creciente tensión, Estados Unidos ha enviado 50 infantes de Marina a Puerto Príncipe para garantizar la seguridad del personal de su embajada.

Los ciudadanos de Cabo Haitiano celebran la toma de la ciudad por los revolucionarios escoltados por un convoy.
Los ciudadanos de Cabo Haitiano celebran la toma de la ciudad por los revolucionarios escoltados por un convoy.REUTERS
Un niño pasa ante un vehículo calcinado el martes en Gonaives, ciudad del norte de Haití controlada por los rebeldes.
Un niño pasa ante un vehículo calcinado el martes en Gonaives, ciudad del norte de Haití controlada por los rebeldes.REUTERS

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