Alemania no bloqueará el envío de tropas de la OTAN a Irak, pero lo ve con escepticismo

Alemania no se opondrá a que la OTAN intervenga en Irak, aunque no enviará tropas bajo bandera de la Alianza. Así lo ha expresado el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, en la Cumbre de Seguridad que reúne en Berlín a los representantes de Defensa de 45 países. Según el ministro alemán, su país no bloqueará un posible consenso en la Alianza si decide el envío de tropas, aunque en todo caso se ha mostrado escéptico sobre el papel que la OTAN pueda desempeñar en el país, apostando por la ONU para lograr su pacificación y democratización.

Fischer ha subrayado que Alemania sigue creyendo que no había razones suficientes para declararle la guerra a Irak el pasado año. De hecho, Berlín "sigue sin estar convencida" de la existencia de motivos para esa guerra, ha dicho el ministro en su intervención de apertura de la 40ª conferencia internacional sobre la seguridad que ha comenzado esta mañana en Munich, con la presencia de 250 ministros y personalidades del ámbito de la Defensa.

Pese a que Alemania no continuará con el papel que desempeñó antes de la invasión de Irak, cuando se opuso frontalmente a la guerra, Fischer ha dicho que no oculta su "escepticismo profundo" respecto al motivo de la campaña y sobre la eventual asunción de responsabilidades por parte de la Alianza Atlántica. A su juicio, habría que sopesar cuidadosamente "los pros y los contras" de un compromiso de la OTAN en Irak, compromiso que ayer demandó el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, que instó ayer a los miembros de la Alianza a intervenir con más fuerza en el país.

En cambio, Alemania, según Fischer, entiende que la seguridad en esta región "depende menos de la intervención de la OTAN en Irak que del hecho de abordar finalmente el desafío estratégico de la modernización" de la zona. Por ello, Berlín apuesta más por una "nueva iniciativa transatlántica" que garantice el desarrollo y la mejora de las condiciones de seguridad en Oriente Próximo. "EE UU y la Unión Europea, así como Canadá, deberían concentrar sus capacidades y medios para dar de nuevo una perspectiva a Oriente Próximo". "EE UU y Europa deberían sacar en este momento varias conclusiones correctas. Estoy hablando de una estrategia común y no de una simple caja de herramientas" y hacerlo conjuntamente con los socios en la región, citando como ejemplo la inclusión de Irán y de la Liga Arabe.

Fischer ha rechazado todo "paternalismo" en esta iniciativa, para la que ha puesto como condición la aprobación de los países de la zona. La iniciativa transatlántica debe incluir, en su opinión, un acuerdo de asociación común para la OTAN, la UE y los países de la región mediterránea, seguido de una "declaración común" ampliada a los países de Oriente Próximo que incluya varios compromisos, entre ellos el respeto de la paz y la aceptación del control armamentístico. El ministro espera que esta idea sea discutida durante la cumbre de la OTAN en Estambul (Turquía) a finales de junio.

La idea de modernización que ha expresado Fischer pasa, entre otras cosas por mejorar sustancialmente el papel de la mujer, establecer una Justicia que funcione, así como luchar contra la corrupción, contra la violencia y el armamento y en favor de la educación. El ministro propone, además, crear una zona de libre comercio para todo el Mediterráneo de aquí a 2010.