Al menos 25 muertos al estallar un coche bomba ante la sede de la coalición en Bagdad

Un todoterreno cargado con 500 kilos de explosivos ha estallado a primera hora de esta mañana delante del cuartel general de la coalición en Bagdad, situado en pleno centro de la capital iraquí. El atentado suicida ha causado al menos 25 víctimas mortales, de los que 23 son iraquíes y dos estadounidenses, además de 131 heridos de diversa consideración, según el último balance de víctimas ofrecido por un portavoz de las fuerzas de ocupación y fuentes hospitalarias. Sin embargo, el jefe de la policía de Bagdad ha asegurado que sólo los muertos iraquíes son 35, pero esta cifra no ha sido confirmada. En todo caso, no se descarta que aumente el número de muertos, dada la gravedad de varias decenas de heridos. Se trata del peor ataque sufrido en Irak desde la captura del ex presidente, Sadam Husein.

Un portavoz de la coalición ha confirmado que se trata de un "atentado suicida". Por su parte, el jefe de la policía iraquí, el general Ahmed Ibrahim ha señalado: "Es un acto terrorista". Según ha indicado el portavoz militar del Ejército estadounidense, se ha usado un todoterreno Toyota blanco con 500 kilos de explosivos. "Era una camioneta que hacia la cola para entrar en el palacio y estalló", ha indicado el policía, que ha pedido permanecer en el anonimato.

"Había numerosos empleados que esperaban para entrar a trabajar en el palacio cuando se produjo la explosión. Hay numerosas víctimas", ha agregado. La explosión se ha producido sobre las 8.00 hora local (6.00 horas en la península) en la puerta noreste -conocida popularmente como "la puerta de los asesinos"- de la sede de la Administración Provisional de Irak, que dirige el diplomático estadounidense Paul Bremer. El edificio, el antiguo Palacio Republicano de Sadam Husein, alberga las oficinas del propio Bremer, que también reside allí.

Todos civiles

En cuanto a las víctimas, el balance no ha parado de crecer desde los 15 fallecidos de los que se había informado inicialmente. El Ejército de EE UU ha señalado que hay 20 víctimas mortales, de las que 18 son civiles iraquíes y los otros dos son estadounidenses que trabajaban para el Departamento de Defensa, aunque de momento se desconoce si estos son militares o civiles. Según varios testigos, entre los muertos figuran dos niños. Además, ha informado de que hay al menos 65 heridos, la mayoría civiles iraquíes y seis estadounidenses, de los que dos son soldados. Sin embargo, en este recuento no figuran los llegados a los hospitales iraquíes, que han informado de cinco muertos más y de 66 heridos, por lo que ascieden a 25 muertos y 131 heridos. Y el jefe de la policía de Bagdad, el brigadier Hasan Al Obeidi, ha asegurado que 35 iraquíes han muerto, aunque ninguna otra fuente lo ha verificado. El recuento, que de confirmarse convertiría el atentado en el más sangriento registrado nunca en la capital iraquí, contradice la versión de las fuentes militares estadounidenses.

Más de 50 automóviles se han incendiado como consecuencia de la explosión, que ha retumbado en todo el centro del núcleo urbano. De hecho, la mayoría de los iraquíes que han perdido la vida han resultado calcinados en sus propios automóviles cuando circulaban por la zona. Al lugar de los hechos se han dirigido decenas de ambulancias y coches de bomberos, mientras varios tanques estadounidenses bloquean el acceso. Este edificio se encuentra en la denominada zona verde, un perímetro de seguridad que delimita las bases y edificios ocupados por los aliados en Bagdad.

Bremer ha calificado de "trágico e inexcusable" el atentado en unas declaraciones publicadas en la web de la coalición, en las que asegura que el plan para transferir la autoridad a los iraquíes continúa en marcha. "El ataque es una atrocidad, otra clara muestra del asesino y cínico intento de los terroristas de acabar con la libertad, la democracia y el progreso en Irak. No tendrán éxito", indica Bremer. Según el comunicado, el ataque se ha producido en hora punta para provocar el máximo número de "víctimas inocentes". La nota añade que "una vez más son iraquíes inocentes los que han sido asesinados en un acto de violencia sin sentido". Por su parte, el Consejo de Gobierno provisional iraquí ha acusado a grupos leales a Husein y "sus aliados terroristas, sean iraquíes o extranjeros" de estar detrás del atentado. "Esta acción brutal es una nueva deshonra en la frente de los leales al antiguo régimen", ha señalado su portavoz, Hamidi al Kafani, en una conferencia.