Estados Unidos anuncia que liberará a cientos de presos iraquíes en las próximas semanas
La amnistía afectará a unos 500 reos que no tengan de delitos de sangre ni sean sospechosos de haber cometido crímenes contra la humanidad
La administración provisional de Irak, dirigida por Estados Unidos, ha anunciado esta mañana que cerca de cien prisioneros iraquíes serán amnistiados mañana jueves y que otros centenares más serán puestos en libertad en las próximas semanas, en lo que pretende ser un gesto de distensión nueve meses después de la caída del régimen de Sadam Husein. Aunque no se han ofrecido cifras concretas del número de reos a los que afectará la medida, las cadenas estadounidenses de noticias CNN y Fox News y la BBC británica hablan de un total de 506.
El administrador jefe estadounidense, Paul Bremer, ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa en Bagdad para dar más detalles sobre el futuro de Irak, de la que destaca el anuncio sobre la amnistía para los reos iraquíes. Esta semana, el portavoz militar de la coalición ocupante, general Mark Kimmit, admitió que las tropas de EE UU retienen a entre 9.000 y 10.000 iraquíes en campos de reclusión y cárceles en todo el país, entre ellos el depuesto presidente iraquí.
"La coalición liberará el jueves a cien iraquíes detenidos por sus fuerzas", ha indicado Bremer, para añadir que "otros varios cientos serán puestos en libertad igualmente en las próximas semanas" para impulsar el proceso de reconciliación en el país. Se trata de una decisión de un alto contenido simbólico, ya que el próximo viernes se celebra el noveno mes del derrocamiento del antiguo régimen, como ha reconocido el propio Bremer: "En un gesto para animar a los iraquíes que desean una reconciliación con sus compatriotas, la coalición permitirá que algunos detenidos regresen a sus hogares".
Un documento de renuncia al terrorismo
La amnistía afectará a detenidos que la coalición considera poco peligrosos o que fueron detenidos sin motivo o simplemente por encontrarse en el lugar equivocado y en el momento equivocado, según fuentes de la coalición. Sin embargo, las autoridades de EE UU en Irak han dejado claro que la medida de gracia no es general, ya que no pondrán en libertad a detenidos por delitos de sangre ni a los sospechosos de haber cometido crímenes contra de la humanidad. "Éste no es un programa para los que tengan las manos manchadas de sangre. Nadie que esté involucrado en la muerte de otra persona o que haya causado graves heridas a alguien será puesto en libertad", ha advertido Bremen.
Como medidas de cautela, el administrador de Irak ha señalado que los liberados tendrán que firmar un documento por el que expresan su total renuncia a la violencia y al terrorismo en Irak, además de contar con el aval de su comunidad natal, ya sea de un líder religioso o tribal, que responderá de su conducta. Para los que permanezcan en las cárceles, ha prometido que las autoridades intentarán flexibilizar las medidas de seguridad que se toman actualmente para permitir que sus familias puedan visitarlos. Al mismo tiempo, la coalición ha anunciado que desarrollará una estrategia "más agresiva" para detener a los dirigentes de la resistencia y a los miembros de la cúpula del régimen de Sadam que aún siguen en libertad.
Así, Bremer ha ofrecido una recompensa de 200.000 dólares para todo aquel que ofrezca información que permita la captura de "algunos individuos", cuyos nombres será recogidos en una lista que se hará pública en las próximas 24 horas. En cuanto a la transición política, el Gobierno de EE UU cuadruplicará sus fondos destinados a programas para ayudar a establecer un nuevo régimen en Irak, desarrollar los partidos políticos y preparar las elecciones, hasta llegar a un total de 458 millones de dólares.
Rebelión en las filas búlgaras
El 10% de los efectivos del segundo contingente búlgaro destinado a Irak se niega a viajar al país árabe, según han informado el ministro de Defensa, Nikolay Svinarov, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Nikola Kolev. Los 47 militares esgrimen motivos personales, aunque en su ánimo pesa el atentado perpetrado a finales de diciembre contra su campamento en la ciudad iraquí de Kerbala, en el que murieron cinco soldados y otros 27 resultaron heridos.
Svinarov y Kolev se reunieron con los efectivos del segundo
batallón de Infantería, a los que han prometido un mejor equipamiento y un aumento de su remuneración de 62 a 100 dólares diarios. Asimismo, han subrayado que no habrá sanciones para los que no vayan, ya que la misión es voluntaria, al tiempo que han subrayado que la renuncia de los soldados a viajar no impedirá el cumplimiento de la misión aunque sí podría dificultarlo.
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