El Gobierno británico cobrará casi 890 euros a cada inmigrante por entrar en el país
El pago será satisfecho por todos aquellos que quieran trabajar, estudiar o reunirse con sus familias
El Ejecutivo del Reino Unido está analizando la posibilidad de cobrar 700 euros a cada inmigrante que desee entrar en el país a trabajar, estudiar o reunirse con sus familiares, según informa hoy el diario The Guardian. El país recibe unos 900.000 inmigrantes cada año.
Ese recargo se sumaría a los 175 euros que costará a partir de abril el permiso de trabajo, lo que incrementaría su precio cinco veces, hasta los 890 euros.
Según el Ministerio del Interior, ese nuevo gravamen a los emigrantes económicos situará el total recolectado cada año en 640 millones de euros, un cuarto del coste total del sistema de inmigración y asilo del Reino Unido.
La aplicación de ese recargo -del que estarán exentos los demandantes de asilo- se hará por etapas, para tratar de diluir su impacto.
Un pago por los beneficios
"Los emigrantes económicos se benefician de muchas formas por trabajar en el Reino Unido, donde tienen una mayor expectativa de salarios, y es correcto pasar algunos costes de esos beneficios a los emigrantes", señala un documento de Interior citado por The Guardian.
Se espera que esta medida cuente con la oposición de muchos parlamentarios y también de empresarios, que en buena parte dependen de la fuerza laboral de esos emigrantes.
El Ministerio de Interior considera que la cantidad establecida no es muy alta, teniendo en cuenta que Australia, por ejemplo, cobra casi 1.100 euros a los emigrantes que llegan al país por razones laborales.
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