Una leve lluvia alivia la grave situación de los incendios en el sur de California
El gobernador electo del Estado, Arnold Schwarzenegger, visita las zonas más afectadas
Los vientos secos y cálidos que avivaron los implacables incendios en el sur de California, que en 11 días han se han cobrado 22 muertos, ciudades enteras calcinadas y 300.275 hectáreas convertidas en ceniza, se han retirado hoy y han dado paso a una brisa fresca con una tímida lluvia, junto con una bajada de las temperaturas y un aumento en la humedad. Sin embargo, las autoridades advierten de que la batalla por controlar los fuegos más mortíferos de la historia del Estado está aún lejos de acabar y aún quedan siete grandes focos fuera de control.
Las previsiones meteorológicas para los próximos días permiten cierto optimismo, con un aumento de las precipitaciones que pueden ser incluso de nieve. Pese al cambio del tiempo, que han colaborado para que la totalidad de incendios del sur del Estado pasaran a ser contenidos en un 70%, en muchas zonas los vientos erráticos y alta nubosidad juegan a favor del fuego, que se alimenta de los árboles secos, fruto de la sequía y de una plaga de escarabajos.
Cerca de 14.468 bomberos y 121 aviones y helicópteros libran una incesante batalla contra las voraces llamas que han consumido hasta ayer más de 3.002 kilómetros cuadrados del Estado, que gasta más de nueve millones de dólares diarios para combatir el fuego. Acompañado por bomberos y en helicóptero, el Gobernador electo de California, Arnold Schwarzenegger, visitó ayer las zonas más afectadas, a su regreso de un viaje relámpago a Washington para pedir ayuda a las autoridades federales.
"Los bomberos son héroes verdaderos"
"Haré todo lo posible para ayudar al Estado a recuperarse lo más pronto posible y ayudar a aquellas personas que hayan perdido sus hogares o empresas", ha subrayado el Gobernador, que decidió acortar su viaje para regresar a California ante la gravedad de la catástrofe. "Yo he protagonizado películas de acción en las que he sido un héroe, pero los bomberos son los héroes verdaderos", ha señalado la estrella de Hollywood durante una rueda de prensa tras comprobar la devastación.
Ayer, al menos dos personas más fallecieron elevando a 22 el total de víctimas mortales en los voraces incendios que han consumido hasta ahora 3.335 edificaciones, entre ellas 2.615 hogares, según datos del Centro de Comando de incendios. Tan sólo en San Diego, al sur de Los Ángeles, donde dos focos parecen estar fuera de control, 16 personas fallecieron calcinadas, entre ellas un bombero de 38 años, y 106 resultaron heridas, siete de ellas graves. En San Bernardino, 80 kilómetros al este de Los Ángeles, murieron cuatro personas y otras dos fallecieron en México, donde el fuego llegó traspasando las fronteras. Además, el aire se ha convertido en un gran cenicero flotante, lo que ha empezado a provocar problemas respiratorios.
Mientras tanto, las autoridades investigan las causas de los devastadores incendios. Según altos responsables de la Oficina de Emergencia del Gobernador (OES), cuatro de los fuegos fueron provocados y al menos dos de forma intencionada. Las autoridades del Estado han distribuido un retrato robot de un supuesto pirómano, que podría haber provocado fuegos el pasado sábado en la zona de San Bernardino.
Aprobada la ley que favorecerá la tala de árboles
En medio de la ola de incendios, el Senado de EE UU ha aprobado hoy la ley que favorece la tala de árboles como medida preventiva para evitar los fuegos en el país. En la línea de la política forestal defendida por el presidente estadounidense, George W. Bush, 80 senadores han votado a favor y 14 en contra de una ley que suaviza la normativa medioambiental actual y que, según los ecologistas, beneficiará a la industria maderera.
La legislación sobre "bosques sanos", propuesta por la Casa Blanca, ya había sido aprobada en mayo pasado por la Cámara de Representantes y sólo estaba pendiente del voto favorable del Senado para la posterior ratificación de Bush y su entrada en vigor. El texto de la ley incluye una partida presupuestaria anual de 760 millones de dólares, que se destinarán a la limpieza de bosques mediante la tala de árboles pequeños.
