Italia propondrá dos comisarios para España y Polonia para que acepten la Constitución europea

Los jefes de Gobierno de los países de la Unión Europea y de los estados candidatos al ingreso han comenzado en Bruselas una sesión de negociación al más alto nivel sobre la futura Constitución europea. España y Polonia defienden el reparto de poder establecido en Niza, en lugar de la nueva propuesta recogida en el borrador de la Constitución.

La Conferencia intergubernamental (CIG) tiene previsto abordar las reformas institucionales planteadas en el borrador de Constitución que elaboró la Convención. Las delegaciones siguen divididas entre, por un lado, el grupo de "países fundadores" (Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo), que propugnan respetar con mínimos retoques el texto de la Convención, y aquellos que exigen cambios en aspectos sustanciales. España y Polonia insisten en mantener el reparto de votos en el Consejo establecido en el Tratado de Niza, frente a la propuesta de la Convención, que concede más peso a los estados más poblados.

Si fracasan las negociaciones, Italia propondrá ampliar el tamaño de la Comisión Europea y conceder a Madrid y Varsovia la posibilidad de nombrar dos comisarios, igual que Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, según informa hoy el Financial Times. Esta propuesta incluiría también ofrecer más escaños en la Eurocámara a ambos países. El Gobierno de Roma se reservará esta propuesta hasta la recta final de las negociaciones, que los Veinticinco quieren terminar a finales de año. No obstante, fuentes diplomáticas españolas han asegurado que la postura del Gobierno es "no hay que mercadear" con el peso de España.

"Niza no es la Biblia"

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, ha mostrado su disposición a discutir cualquier opción sobre el reparto de poder en la UE que respete los "equilibrios institucionales" ya pactados y ha subrayado que "Niza no es la Biblia", pero la Convención tampoco, "aunque algunos lo pretenden".

En conferencia de prensa al término de la primera sesión de la cumbre europea de Bruselas (que continúa mañana), Aznar ha recalcado que la discusión entre los socios sobre las reformas institucionales de la UE debe abarcar la configuración del Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo en un "paquete global" y ha asegurado que cada vez escucha más voces entre sus socios partidarias de respetar los equilibrios pactados en Niza.

La sesión de la CIG irá seguida, esta tarde, por una reunión del Consejo Europeo propiamente dicho. Además del reparto de poder hoy se abordarán también otros temas. Los jefes de Estado y Gobierno lanzarán también la Iniciativa Europea de Crecimiento para superar el estancamiento económico y la creación de la Agencia de Gestión de Fronteras para combatir la inmigración ilegal. También darán su visto bueno al nombramiento del francés Jean-Claude Trichet como presidente del Banco Central Europeo en sustitución de Wim Duisenberg.

Defensa europea

Uno de los temas fuertes de la cumbre será la defensa europea. El proyecto constitucional prevé que los países que lo deseen puedan suscribir una cláusula de defensa mutua automática. París y Berlín han negociado con Londres la posibilidad de crear una Europa de la defensa con capacidad propia de planificación al margen de la OTAN. Londres exige la supresión de esa cláusula y se resiste a un cuartel general europeo. La mayoría de Estados de la UE desean que esa cooperación esté abierta a todos los países que cumplan unos requisitos mínimos de capacidades militares.

El proyecto constitucional también prevé que el futuro ministro europeo de Exteriores presida el Consejo de Ministros de Exteriores y, a la vez, sea vicepresidente de la Comisión. En este punto la UE está dividida entre los federalistas, con Alemania al frente, intentan comunitarizar en parte la política exterior, mientras media docena de países, con el Reino Unido al frente, creen que ni es adecuado ni es el momento.