Florida ejecuta al primer antiabortista que asesinó a un médico y su ayudante

El pastor presbiteriano Paul Hill, de 49 años, se ha convertido en la primera persona en ser ejecutada en EE UU por un asesinar a un médico que practicaba abortos. Horas antes de que se le administrara la inyección letal, Hill había asegurado que no se arrepentía de sus actos y estaba convencido de que Dios le recompensaría.

El gobernador del estado de Florida, Jeb Bush, contrario al aborto pero partidario de la pena de muerte, había asegurado en referencia a los radicales antiabortistas: "yo les respeto pero ellos deben respetar la ley del Estado". Precisamente, algunos de estos grupos más radicales, como los Misioneros de los No Nacidos, han comenzado a considerar a Hill un "mártir" de su causa.

La inyección se le ha suministrado a las 18.08 hora local (las 00.08 en España). En torno a la prisión de Starke (Florida) se han concentrado unas 60 personas antiabortistas y grupos en contra de la pena de muerte. Estaba previsto que a la ejecución asistiera la mayor parte de la familia del médico asesinado, aunque su hija adoptiva, Catherine Britton Firbanks, ya había manifestado al programa Today su intención de no ir por ser contraria a la pena de muerte.

Los hechos por los que Paul Hill ha sido ejecutado se remontan a 1994, cuando asesinó de varios disparos al médico John Britton y a su ayudante James Barrett a las puertas de la clínica abortista de Florida donde trabajaban. "La violencia hay que combatirla con violencia", explicó Hill, que hizo un llamamiento 24 horas antes de ser ejecutado a los grupos antiabortistas para que siguieran su ejemplo. Todas las clínicas antiabortistas extremaron ayer las medidas de seguridad.

Hill nunca quiso que se revisara su sentencia. Consideraba que sus actos habían sido guiados por Dios y que la inyección letal era su "pasaporte a la gloria".