Nueva York afronta con nerviosismo su primera jornada laborable tras el apagón del jueves
Las fábricas trabajarán a pleno rendimiento mientras las autoridades piden que se evite el uso innecesario de electrodomésticos y que no se cocine
La ciudad de Nueva York se enfrenta hoy al primer día laborable tras el apagón sufrido el pasado jueves, con la esperanza de que su red eléctrica soportará el elevado consumo de esa energía en una jornada normal. Millones de neoyorquinos regresarán a sus puestos de trabajo tras el descanso que se tomaron el viernes, haciendo caso del consejo que les dio Michael Bloomberg, el alcalde de la ciudad.
Durante el fin de semana el llamamiento de las autoridades a evitar el uso de electrodomésticos y aparatos de refrigeración ha tenido un efecto en el gasto eléctrico, que ha sido inferior a lo normal. Sin embargo, Nueva York se mantiene en un estado de emergencia ante los riesgos de que se produzcan nuevos cortes o caídas en la tensión del fluido eléctrico.
Hoy la totalidad de los comercios abrirán sus puertas y las industrias retomarán sus niveles normales de producción, lo que llevará el consumo eléctrico a sus niveles habituales. Además, la red de metro de Nueva York, que cada día mueve una media de siete millones de pasajeros, contribuirá a devolver la normalidad a una ciudad que necesita de este medio de transporte para funcionar.
Amanece en la costa este
Ante esta situación, las autoridades han insistido en sus recomendaciones para reducir la factura eléctrica, en especial en los hogares, donde debe evitarse el uso innecesario de electrodomésticos. La oficina del Gobernador, George Pataki, ha pedido a los neoyorquinos que mantengan el termostato de los aires acondicionados por encima de los 25,5 grados centígrados. Las autoridades piden además que no se cocine, por lo que habrá que recurrir a las ensaladas y a los bocadillos.
La misma situación a la que se enfrenta hoy Nueva York se producirá en el resto de ciudades del noreste de Estados Unidos y sureste de Canadá que resultaron afectadas por el apagón, como Detroit, Toronto y Ottawa.
El pasado jueves, y en tan solo nueve segundos, cincuenta millones de personas de ocho estados diferentes y pertenecientes a dos países, se quedaron sin fluido eléctrico, en lo que se ha considerado el mayor apagón eléctrico de la historia. Si bien todavía no existen valoraciones precisas sobre los daños causados por el apagón, sólo en la ciudad de Nueva York podría haber provocado unas pérdidas de unos 1.000 millones de dólares.
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