La justicia indonesia condena a muerte al primero de los 30 acusados por los atentados de Bali
En los ataques terroristas de octubre del año pasado murieron 202 personas, la mayoría turistas extranjeros
La justicia indonesia ha emitido el primer veredicto en los juicios contra 30 acusados por los atentados de Bali del año pasado, en los que murieron 202 personas. Los jueces han condenado a muerte a Amrozi Nurhasyim. La sentencia se produce dos días después del ataque terrorista contra el hotel Marriott de Yakarta.
Amrozi Nurhasyim, un mecánico de 40 años, ha sido condenado por organizar y perpetrar crímenes terroristas. Durante el proceso adimitó haber participado en los ataques, pero ha negado pertenecer al grupo terrorista Yamaa Islamiya; tanto él como el resto de los procesados son acusados de pertenecer a ese grupo, próximo a la red de Al Qaeda.
Según los jueces, el acusado fue el encargado de proporcionar la furgoneta y los explosivos usados para el coche bomba en uno de los dos ataques en Bali, el del club Sari. En el otro atentado, un terrorista suicida se inmoló en el restaurante Paddy's Bar. Cerca de la mitad de las víctimas mortales eran australianos. "Se ha hecho justicia", ha declarado en Sidney Peter Hughes, uno de los supervivientes de los ataques.
Terrorista sonriente
Al conocer la sentencia, Amrozi Nurhasyim ha esbozado una amplia sonrisa y ha levantado los pulgares en señal de júbilo. Los jueces le han dado a la defensa un plazo de siete días para apelar; de confirmarse la condena, el acusado será ejecutado por un pelotón de fusilamiento. "Mañana por la mañana lo primero que haremos será apelar", ha anunciado su abogado Wirawan Adnan.
El veredicto se produce dos días después del ataque con bomba perpetrado en el Marriott, en el que murieron 14 personas, del que también se ha responsabilizado la Yamaa Islamiya a través de un diario de Singapur.
Cinco inculpados del atentado de Mombasa
El Tribunal Superior de Justicia de Nairobi ha presentado hoy cargos de asesinato contra los cinco sospechosos del atentado contra un hotel de Mombasa en el que murieron 18 personas el pasado noviembre y que fue reivindicado por Al Qaeda.
Así, los cinco acusados continúan en prisión, pese a que un tribunal de primera instancia había ordenado esta mañana su puesta en libertad por la retirada de los cargos contra ellos, lo que ha provocado cierta confusión. La decisión de dicho tribunal se ha debido a un cambio en el sistema judicial keniano, que entró en vigor a finales de julio y según el cual los tribunales de primera instancia no pueden juzgar casos de asesinato.
La defensa había solicitado la liberación de los acusados, estimando que la fiscalía no había logrado presentar pruebas que vincularan a los acusados con el atentado contra el hotel Paradise, de propiedad israelí, el 28 de noviembre de 2002. En él murieron 12 kenianos y tres israelíes, además de los tres kamikazes que estrellaron un coche contra el hotel.
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