EE UU intensifica la caza de Sadam para acabar con los ataques contra sus tropas en Irak
La muerte de sus hijos tras un chivatazo anima las esperanzas de Washington de que una delación similar permita cazar al ex dictador
Estados Unidos trata de rentabilizar políticamente la muerte de Uday y Qusay Husein, los hijos del ex dictador iraquí, que fueron abatidos ayer en el asalto a una villa de Mosul. Al tiempo que va acumulando pruebas de que los dos cadáveres carbonizados rescatados de la casa tras cuatro horas de combate son los de los vástagos de Sadam, en un intento de convencer a los sectores más reticentes del pueblo iraquí, las autoridades estadounidenses han dado cumplida publicidad al hecho de que la operación se montó a partir del chivatazo de un ciudadano que está ya bajo protección de las tropas ocupantes y cobrará por la delación los 30 millones de dólares en los que estaban valoradas las cabezas de los Uday y Qusay.
Con esta publicidad Washington espera que alguien les comunique el paradero de Sadam (la recompensa en este caso es de 25 millones). Precisamente hoy se ha conocido una nueva grabación del ex líder iraquí, en la que llama a la rebelión contra los ocupantes; supuestamente grabad hace tres días, no hace ninguna referencia por tanto a la muerte de sus hijos.
"Cuando el enemigo anuncia oficialmente que la guerra no ha terminado, se trata de hecho de la única afirmación precisa [...], ya que la guerra no ha terminado en los planos político y militar", exclama la supuesta voz de Sadam, difundida por la cadena de televisión Al Arabiya. Entre tanto, continúa la guerra de guerrillas promovida por los seguidores del ex dictador: hoy han muerto dos soldados en sendos ataques en Bagdad y en el norte del país, lo que eleva a 155 los militares estadounidenses muertos desde el principio de la guerra.
Así las cosas, ni la caída de Uday y Qusay ha servido para frenar los ataques contra las tropas ocupantes. El presidente de EE UU, George W. Bush, ha destacado que estas muertes deben demostrar a los iraquíes que Sadam no va a regresar, pero cada vez parece más claro que sólo la caída del ex dictador puede frenar los ataques guerrilleros.
Bush ha aprovechado además para volver a pedir más participación internacional en la posguerra, aunque no ha abierto la puerta a una nueva resolución de Naciones Unidas que pueda servir de acicate para los países más renuentes.
Un arresto de importancia
Una de las estrategias de Estados Unidos para mitigar los ataques guerrilleros pasa por convencer a los seguidores de Sadam de la muerte de Uday y Qusay, que muchos aún niegan. Washington ha revelado que los dos cadáveres fueron identificados a partir de análisis de su dentadura y pruebas de rayos X, y promete pruebas concluyentes para no dejar lugar a dudas, entre ellas la difusión de las fotografías de los cuerpos.
El Pentágono ha anunciado esta mañana además que tiene bajo arresto al ex comandante de la Guardia Republicana del anterior régimen. Barzan
Abd Al Ghafur Sulayman Majid Al Tikriti ocupaba el puesto undécimo en la lista de los hombres de Sadam puestos en caza y captura por Estados Unidos. Hasta ahora las potencias ocupantes han detenido o abatido a 37 de los 55 fugitivos más buscados.
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