Los Servicios Secretos de EE UU creen que Sadam Husein está vivo y en Irak
El 'New York Times' asegura que el ex presidente está detrás del incremento de ataques a las tropas estadounidenses
Las comunicaciones interceptadas en las últimas semanas a miembros fugitivos de los Fedayines han llevado a los analistas de los servicios de Inteligencia estadounidenses a pensar que el depuesto presidente iraquí, Sadam Husein, está vivo y se encuentra en Irak, según publica hoy el diario The New York Times.
La presencia del depuesto presidente iraquí en el país está detrás del incremento de ataques a las fuerzas estadounidenses de los últimos días, según han asegurado los expertos al diario. Los nuevos indicios obtenidos por la Inteligencia estadounidense han incrementado las acciones para encontrar a Sadam y sus hijos Uday y Qusay.
La búsqueda está siendo dirigida por la Fuerza 20, una sección secreta en la que trabajan miembros del Ejército especializados en acciones del grupo Delta Force y marines de elite entrenados en contraterrorismo con apoyo de los servicios de inteligencia (CIA).
Hasta ahora, la postura estadounidense era no confirmar ni desmentir si Sadam estaba vivo o muerto. Según los nuevos informes, el ex presidente está en Irak, mezclado con sus partidarios en zonas que le son conocidas, una opción más segura que irse a un país extranjero, donde los servicios secretos le localizarían más fácilmente.
El as de diamantes
La teoría de que Husein está vivo se reforzó el lunes pasado, con la detención del número cuatro de la lista de los más buscados, Abid Hamid Mahmoud al-Tikriti, el as de diamantes en la famosa baraja. No obstante, esta detención también provocó cierta decepción en los servicios de Inteligencia, ya que algunos de los expertos esperaban encontrar a Sadam junto a su secretario personal.
En cuanto al paradero de los hijos del ex dictador, continúa siendo un misterio, según el rotativo estadounidense. De lo que los expertos están seguros es de que Qusay está vivo. El debate gira en torno a Uday. Los servicios de inteligencia consideran bastante probable que muriera en el primer ataque estadounidense.
