Austria vive su primera huelga masiva en 50 años en protesta por un plan que recorta las pensiones
El paro ha sido convocado por la Confederación de Sindicatos Austriacos, que cuenta con 1,4 millones de afiliados entre los cuatro millones de asalariados
Austria ha amanecido hoy sin diarios ni reparto de correos y con el transporte público de cercanías prácticamente paralizado en todas las ciudades debido a la huelga general convocada por la poderosa Confederación de Sindicatos Austriacos (la ÖGB, que cuenta con 1,4 millones de afiliados entre los cuatro millones de trabajadores austriacos). La protesta, la primera a esta escala que vive el país en los últimos 50 años, tenía como objeto "defender" el sistema de las pensiones austriaco ante la reforma planeada por la coalición de Gobierno de derecha y ultraderecha.
Los primeros efectos de la huelga, que ha comenzado sobre las cinco y media de la mañana y se ha extendido hasta el medidía, se podía apreciar desde poco después del amanecer en los accesos de Viena, donde los trabajadores del transporte provocaron importantes colapsos. Los piquetes, junto al fuerte incremento del tráfico de vehículos particulares, paralizó la circulación en varios accesos por autopista y en los puentes sobre el Danubio.
También el tráfico aéreo se ha resentido a causa del paro del personal de seguridad y el bloqueo de los accesos por carretera al aeropuerto de Viena, lo que ha provocado retrasos en la salida de la mayoría de los vuelos. La protesta ha obligado a cerrar también colegios y universidades, y ha paralizar la actividad laboral en más de un centenar de empresas, entre ellas Opel, Voest-Alpine, Boehler-Uddeholw o BMW. De hecho, las movilizaciones comenzaron ayer por la tarde con paros en el sector de artes gráficas para impedir hoy la publicación de los diarios y en la sección de transporte de mercancías de los ferrocarriles federales austriacos.
Con la oposición de Haider
La ÖGB, apoyada por la oposición socialdemócrata y los verdes, pretende que el Gobierno conservador del canciller federal, Wolfgang Schüssel, retire la reforma de las pensiones, ya aprobada, y negocie con los representantes laborales y los partidos con representación parlamentaria la redacción de un nuevo documento.
El Gobierno de coalición de Schüssel, formado por su Partido Popular (ÖVP) y el Partido Liberal (FPÖ) que preside el vicecanciller austriaco y ministro de Asuntos Sociales, Herbert Haupt, espera, sin embargo, lograr una mayoría suficiente en la cámara baja para sacar adelante la citada reforma. Sin embargo, contra el plan se ha pronunciado incluso el gobernador de Carintia e ideólogo del FPÖ, el ultranacionalista Jörg Haider, quien amenaza con arrancar a su correligionario Haupt el respaldo de los diputados liberales necesarios para que el proyecto sea aprobado en el parlamento.
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