Condenado por corrupción a once años de cárcel un colaborador de Berlusconi
El propio Berlusconi está involucrado en la acusación de la compra de jueces para "ajustar sentencias"
Un colaborador próximo del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el diputado Cesare Previti, antiguo abogado del imperio audiovisual de Il Cavailere, ha sido condenado hoy a once año s de cárcel por un tribunal de Milán por el delito de corrupción de magistrados, según informa la agencia Ansa.
Ministro de Defensa en el primer Gobierno de Berlusconi en 1994, Previti fue acusado de sobornar durante los años ochenta y noventa a magistrados de Roma para obtener favores para sus clientes.
Junto a Previti, que actualmente ocupa un escaño en el Parlamento italiano como diputado de Forza Italia, también fueron sentenciados a penas de hasta 13 años otros abogados y jueces implicados en el denominado caso Imi-Sir.
Los protagonistas de este proceso son prácticamente los mismos que los de otros dos en los que aparece involucrado el propio Berlusconi, siempre con la acusación de la compra de jueces para "ajustar sentencias" como telón de fondo.
La sentencia, que será recurrida por los acusados, fue hecha pública poco antes de medianoche por el Tribunal de Milán, tras tres horas de deliberaciones y un juicio lleno de polémicas, que ha durado tres años.
Tres episodios de la serie judicial
En el caso Imi-Sir, fallado ayer, se juzga un supuesto soborno de jueces para conseguir una indemnización millonaria del banco público IMI a la Sociedad Italiana de Resinas (SIR), propiedad de los herederos del "rey de la química" en los años 60 Nino Rovelli.
Este proceso fue fusionado judicialmente con el denominado laudo Mondadori, por el que supuestamente mediante otro soborno de magistrados el grupo Fininvest de Silvio Berlusconi se hizo con la editorial del mismo nombre.
El primer ministro italiano figuró inicialmente como imputado en el laudo Mondadori, pero después fue exonerado por prescripción del delito y ahora es un simple testigo, mientras la principal acusación recae sobre Cesare Previti.
El tercer episodio de esta serie judicial es el conocido como caso SME-Ariosoto, en el que tanto el ex ministro de Defensa como el actual jefe del Ejecutivo figuran como imputados. La acusación se remonta a 1985, cuando, según los fiscales, Berlusconi pagó a dos jueces, a través de Previti, 434.404 dólares para hacerse con la empresa pública de alimentación SME, imponiéndose por sorpresa a Buitoni, del grupo De Benedettti
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