Washington admite haber presentado algunas pruebas falsas contra Bagdad
Powell y Rice reconocen públicamente la veracidad de la denuncia, hecha el viernes por Mohamed El Baradei
Estados Unidos se ha visto obligado a admitir la falsedad de algunos documentos que presentó sobre el supuesto programa de armamento nuclear iraquí, en unos momentos en que busca contrarreloj el respaldo de la ONU para un ataque a Irak. Pese al revés que esta noticia pueda suponer para la credibilidad de EE UU, Washington sigue sus esfuerzos para obtener el apoyo de la comunidad internacional e insiste en que hay que mantenerse en alerta frente al régimen de Bagdad.
Este gesto de EE UU llega en medio de una intensa actividad diplomática de Washington para convencer a los miembros del Consejo de Seguridad para que respalden un proyecto de resolución que abre la posibilidad de un ataque armado contra Irak, una propuesta que se iba a someter a votación en el Consejo de Seguridad mañana, pero que podría retrasarse.
El pasado viernes, el director de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed El Baradei, afirmó ante el Consejo que, tras examinar los documentos aportados por EE UU, sus inspectores habían concluido que se trataba de una falsificación. Esta declaración ha obligado al secretario de Estado, Colin Powell, y a la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, a reconocer públicamente que los documentos aportados por EE UU y el Reino Unido y que denunciaban el intento de Irak de comprar uranio a Níger para fabricar una bomba atómica han resultado ser falsos.
"Si es inexacta, pues bueno"
En su respuesta a El Baradei, Rice y Powell recuerdan que la OIEA estuvo a punto de declarar a Irak libre de un programa de fabricación de armas nucleares en los años 90 antes de descubrir que no era así. "La OIEA no detectó el programa en 1991, ni lo detectó en 1995, ni en 1998", ha declarado Rice al programa This Week de la ABC. Rice también ha expresado su preocupación "porque las observaciones de la OIEA sobre el programa nuclear de Irak parecía establecer conclusiones acerca de que Irak no ha restablecido su programa", pero hay que ser cautelosos a la hora de "sacar esas conclusiones, en especial en un país totalitario como Irak".
Por su parte, Powell ha explicado al programa Meet the Press de la NBC: "Es la información que teníamos. La comunicamos. Si esa información es inexacta, pues bueno". El jefe de la diplomacia estadounidense ha añadido que su país sigue "la cuestión y, como dijo el doctor El Baradei, sigue siendo un tema abierto". En una entrevista concedida a la CNN el sábado, El Baradei explicó que examinaron esos documentos, interrogaron a mucha gente relacionada supuestamente con el asunto, consultaron con expertos y llegaron a la conclusión de que los documentos eran falsos".
"Hicimos muchas comparaciones con documentos originales, en términos de formatos, emblemas, firmas, contenidos. Empleamos técnicas termo-forenses y llegamos a la conclusión de que no eran auténticos", añadió. Sin embargo, el experto egipcio puntualizó que no se pone en duda la buena fe de EE UU ni del resto de países que aportaron las supuestas pruebas. "Ni estamos dudando de Estados Unidos ni Estados Unidos fue la única fuente de información", afirmó El Baradei. "No dudamos tampoco de las fuentes de inteligencia, que son muy importantes para nosotros".
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