Una mujer muere en un tiroteo durante el velatorio de las víctimas de los disturbios de Caracas

El conflicto que enfrenta a los opositores y seguidores del presidente, Hugo Chávez, ha vuelto a disparar la tensión en Venezuela y a teñir de sangre las calles de Caracas. Dos chavistas murieron el viernes después de que una marcha pacífica de la oposición se convirtiera en una batalla campal al ser atajada con gran violencia por fuerzas policiales y partidarios del presidente. Esta noche se ha producido una pelea multitudinaria en el velatorio de las víctimas, y una mujer ha perdido la vida ahogada por los gases lacrimógenos tras la intervención de la policía, según fuentes oficiales. Además, dos agentes han resultado heridos de bala.

Por motivos aún desconocidos, las personas congregadas en el velatorio se han visto envueltas en un altercado muy violento con un grupo de opositores a Chávez. Según testigos presenciales, la policía metropolitana se presentó en el lugar y disparó contra las decenas de personas que participaban en la pelea. Antes, los agentes habían cortado la luz y el teléfono y habían lanzado bombas lacrimógenas dentro del edificio. Según el comisario Lucas Rondón, la policía metropolitana (al cargo del alcalde de la ciudad, un furibundo antichavista) tuvo que responder "con gases y balas de goma" cuando los seguidores del presidente les lanzaron botellas y dispararon contra ellos.

Perdigonazos, cortes, balazos y fracturas

Las dos víctimas habían muerto el viernes durante la primera marcha de protesta del año de la oposición, que mantiene convocada una huelga general desde hace 35 días y organiza manifestaciones periódicas para exigir la renuncia del mandatario. La manifestación se convirtió en un combate en las calles de la capital después de que la Guardia Nacional y la Policía Militar intentaran atajarla usando bombas lacrimógenas y perdigones. A ellos se unieron unos doscientos chavistas, muchos encapuchados, que hicieron lo propio con piedras, palos, botellas y cohetes pirotécnicos.

La manifestación se dirigía a Fuerte Tiuna, la ciudadela militar de Caracas, pero fue cortada un kilómetro antes pese a que hasta entonces había transcurrido de forma pacífica. La mayoría de los manifestantes, decenas de miles, se dieron entonces la vuelta, pero algunos decidieron quedarse e iniciar una batalla campal contra los chavistas. Personas sin identificar, en los dos bandos, según las imágenes recogidas por las cadenas de televisión, abrieron fuego real con pistolas sobre sus adversarios y alcanzaron al menos a siete.