Lula dará prioridad a la lucha contra la inflación para salir de la crisis

Brasil ha dado un giro a la izquierda con la elección presidencial del socialista Lula da Silva, quien ha prometido ejercer un gobierno de consenso y rescatar el liderazgo internacional del mayor país latinoamericano. Con un abrumador apoyo en las urnas -más de 52 millones de votos, todo un récord histórico en el país-, Lula ha realizado hoy su primera comparecencia ante los periodistas.

El líder del Partido de los Trabajadores ha garantizado que su gobierno cumplirá todos los compromisos internacionales vigentes y mantendrá la lucha contra la inflación, así como la responsabilidad y la austeridad fiscal en su primer pronunciamento ante la prensa.

El antiguo obrero metalúrgico de 57 años se ha comprometido a reducir "de forma segura" la actual vulnerabilidad de la economía brasileña de los capitales externos, que ha considerado un "factor crucial" de la turbulencia financiera que ha sufrido el país en los últimos meses.

"Nuestro gobierno va a honrar los compromisos, no va a descuidar el control de la inflación y va a mantener una postura de responsabilidad fiscal", ha asegurado el presidente electo en un mensaje leído.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) ha advertido, sin embargo, de que no hay "pases de magia" ni "soluciones milagrosas" para resolver "de la noche a la mañana" la deuda social que tiene Brasil.

"Brasil hará su parte para superar la crisis", ha dicho Lula, al advertir de que necesitará el apoyo de organismos internacionales para adoptar líneas de financiación a empresas del sector exportador. Ha añadido que su gobierno avanzará en "conversaciones comerciales internacionales" con los países ricos para que "retiren las barreras y subsidios a nuestras exportaciones", especialmente en el sector agrícola. "La dura travesía que Brasil afronta exigirá austeridad en el uso del dinero público y un combate implacable a la corrupción", ha agregado.

Lucha contra el hambre

Lula también ha apelado a "la solidaridad" de sus compatriotas para llevar adelante un programa de lucha contra el hambre, una "tragedia" que sufren unos 22 millones de brasileños, según las cifras que maneja su partido. Entre sus primeras medidas se incluyen la creación de una "Secretaría de emergencia social" que centralizará los esfuerzos para hacer que todos los brasileños "coman tres veces por día".

La banca felicita a Lula

La banca, uno de los sectores más criticados por Lula, ya le ha enviado su felicitación por la victoria, y le ha pedido que mantenga la estabilidad de la moneda. La Federación Brasileña de Bancos (Febran) ha lanzado un mensaje en el que destaca que estas elecciones "marcan un cambio en el ambiente político, económico y social del país", pero le advierten sobre los desafíos a los que se enfrenta. Uno de esos retos es "conducir la economía en la ruta del crecimiento con justicia social, sin comprometer la estabilidad de la moneda, tan duramente conquistada", dice el texto de los representantes de los bancos, a quien Lula ha llamado en ocasiones los "villanos" de la economía brasileña.

Lula ha aludido implícitamente a los temores que despertó su inminente triunfo en los mercados financieros locales e internacionales desde que todas las encuestas de opinión habían proyectado su triunfo hace varias semanas. Sin embargo, el índice Bovespa de Sao Paulo ha abierto con tranquilidad y perdía alrededor del 1% en la primera hora de cotización, tras las fuertes subidas de los últimos días. Los mercados europeos, por su parte han abierto esta mañana con fuertes alzas de más del 2%, ajenas al supuesto peligro que para las inversiones en Brasil supone el triunfo de la izquierda.