Detienen en el hospital al presunto 'cerebro' del atentado de Bali
El arresto se produce horas después de la entrada en vigor de dos decretos antiterroristas
La policía indonesia ha detenido esta mañana en el hospital al ulema Abú Bakar Bashir, el principal sospechoso del atentado en la discoteca de Bali que causó cerca de 200 muertos. Este clérigo musulmán, líder de un grupo vinculado a Al Qaeda, debía prestar declaración hoy ante la policía de Yakarta, pero ayer fue hospitalizado en la localidad de Solo, situada en el centro de la isla de Java, donde reside.
"Está bajo nuestra custodia", ha declarado a los periodistas el director de investigaciones criminales, Aryanto Sutadi, quien ha añadido que, en principio, la detención se prolongará durante 24 horas. Sutadi ha añadido que el domingo las autoridades decidirán los cargos contra este líder religioso musulmán, de 64 años, quien debía haberse presentado hoy voluntariamente ante la policía de Yakarta.
Bachir no se presentó a la cita alegando motivos de salud, según han explicado sus abogados. "Queremos informar oficialmente a la policía de que el profesor Bachir no se puede presentar hoy porque se encuentra enfermo y permanece en el hospital", declaró a primera hora de la mañana su abogada, Mahendradatta, desde el cuartel general de la Policía.
Bashir reitera su inocencia
Según los médicos que le atienden, el clérigo padece "problemas respiratorios y cardiovasculares". Los Gobiernos de Estados Unidos y Australia están convencidos de que Bashir, líder de la Yama Islamiya, una organización considerada el brazo de Al Qaeda en el Sudeste Asiático y dedicada a promocionar la idea de una gran nación islámica, es el cerebro del atentado de Bali. Sin embargo, Bashir niega esas acusaciones y mantiene que tanto la Yama Islamiya como la propia Al Qaeda son una invención de Washington para minar el mundo islámico y justificar su guerra contra el terror en la zona.
El ulema ingresó en el hospital poco después de expresar en una rueda de prensa su temor a ser detenido e insistir en su inocencia. Esta detención se produce sólo unas horas después de la entrada en vigor de dos decretos antiterroristas en Indonesia, que contemplan la pena de muerte para delitos relacionados con el terrorismo y la detención de sospechosos, aunque no haya pruebas claras en su contra.
El líder religioso, director de una escuela coránica, ha defendido las ideas de Osama Bin Laden y se ha negado a condenar los atentados de esta organización. Preguntado días después de la masacre por si tenía algo que decir a los familiares de las víctimas del atentado de Bali, en su mayor parte turistas occidentales, el clérigo respondió: "Lo único que les puedo recomendar es que se conviertan al islam lo antes posible".
Endurecimiento de la legislación
En respuesta al atentado de Bali, el Gobierno de Indonesia ha aprobado esta madrugada dos medidas antiterroristas, que no tienen carácter de ley y para cuya aprobación no ha sido necesaria una votación en el Parlamento. El anuncio oficial, que estaba previsto para el viernes por la mañana, se retrasó dos veces para introducir modificaciones.
La primera regulación es un borrador de la ley antiterrorista que el Parlamento aprobará en noviembre y que contempla la pena de muerte y una multa de un billón de rupias indonesias (100 millones de dólares) para los culpables de llevar a cabo o amenazar con actos de terrorismo que se traduzcan en matanzas o destrucciones masivas. También permitirá a las autoridades practicar detenciones de hasta siete días aunque no haya evidencias claras que justifiquen el arresto. Además, para propósitos de una investigación, un sospechoso podría estar detenido hasta seis meses.
La segunda regulación ha sido especialmente redactada como respuesta al atentado y su objeto es unir a todos los poderes en Indonesia para investigar y perseguir a los culpables de la masacre.
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