La izquierda consigue la mayoría absoluta en Suecia
Los conservadores, que habían prometido bajar los impuestos, tan sólo consiguieron el 15% de los votos
Los sondeos han fallado en Suecia. El primer ministro, el socialdemócrata Göran Persson, ha superado los peores augurios y se ha asegurado la reelección en las elecciones celebradas este domingo. El Partido Socialdemócrata ha conseguido más del 40% de los votos, lo que le permitirá gobernar en solitario gracias a sus socios del Partido de la Izquierda, que han obtenido cerca del 9% de los sufragios.
La brillante victoria de Persson en Suecia supone un triunfo para la socialdemocracia europea, que rompe así la racha de derrotas electorales en países como Noruega, Dinamarca, Holanda o Portugal y recibe una fuerte inyección de moral para las elecciones alemanas del próximo domingo.
"Los socialdemócratas suecos hemos quebrado la tendencia de ascenso de la derecha en Europa y el próximo domingo nuestros compañeros alemanes pueden hacer lo mismo", ha asegurado Persson tras anunciar su victoria. Además, el actual primer ministro no necesitará en esta ocasión el apoyo de Los Verdes para gobernar.
La apuesta por la continuidad y los buenos resultados económicos del gobierno de Persson calaron en un electorado, que temió que las promesas de reducción de impuestos que la centro-derecha había convertido en su bandera electoral debilitaran el desarrollado sistema sueco de protección social. La promesa de bajar los impuestos, en un país con una de las mayores presiones fiscales del mundo, no sólo no garantizó al bloque de centro-derecha el impulso que le pronosticaron las encuestas previas a los comicios, sino que llevaron a su principal valedor, el Partido Conservador, a una debacle electoral.
Los conservadores mantuvieron su posición como segunda fuerza política del país, aunque con tan sólo el 15% de los votos, ocho puntos menos que en las anteriores elecciones. Gran parte de la derrota conservadora se debe a que sus electores prefirieron apostar por las propuestas sobre inmigración que presentó el Partido Liberal, que por las medidas económicas de la formación conservadora liderada por un Bo Lundgren.
Los liberales son, junto a los socialdemócratas de Persson, los otros grandes vencedores de estas elecciones, en las que han pasado de ser una pequeña fuerza en el Parlamento de Estocolmo a convertirse en el tercer partido del país con el 13,3% de los votos, casi el triple que en el 98.
