Llegan a Gaza en un carro blindado los dos palestinos deportados por Israel
Temor en los territorios autónomos ante el riesgo de que se produzcan expulsiones masivas
Los dos palestinos, hermanos de un supuesto terrorista, cuya deportación desde Cisjordania autorizó ayer el Supremo de Israel han llegado hoy a Gaza en un carro blindado del Ejército, según han informado fuentes locales. Ambos están acusados de complicidad en el atentado suicida protagonizado por su pariente Ali Ayuri el pasado 17 de julio en Tel Aviv y que dejó tres muertos.
Instisar, una farmacéutica soltera de 34 años, y Kifah, de 38 y padre de tres hijos, se habían negado a salir de Cisjordania, pero el tanque del Ejército los dejó en una gasolinera en la zona de Sheij Aylin al sur de la ciudad de Gaza, según ha informado el director del Centro de Derechos Humanos Palestino, Rayi Surani.
Intisar, según los cargos, confesó que cosió un chaleco" para los explosivos que activaron los suicidas y Kifah llevó a cabo misiones de guardia y observación para su hermano mientras éste era buscado. Ali Ayuri fue finalmente abatido por soldados israelíes el pasado 6 de agosto.
"Nos quieren echar a todos"
El castigo del destierro ha sembrado la incertidumbre entre los palestinos, que temen "expulsiones masivas". Al paso de noticias y declaraciones de políticos palestinos, quienes pronosticaban que el Gobierno de Yasir Arafat "no cooperaría con Israel en su destierro", el secretario del Gabinete Nacional, Ahmed Abed Rahim, ha afirmado hoy que serían recibidos "con todos los honores".
"Nos quieren echar a todos de Palestina pero no lo conseguirán", ha dicho a la prensa Rashida Ayuri, la madre de los expulsados o "reubicados por razones de seguridad", según el lenguaje empleado en el fallo judicial, y conforme a lo estipulado por el artículo 78 de la IV Convención de Ginebra, informaron fuentes del Poder Judicial.
El destierro, impuesto ya por este país en 1992 a 415 activistas del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás) y de la Yihad Islámica, es considerado el más doloroso de los castigos colectivos, así como la demolición de viviendas, empleados por Israel para sofocar el alzamiento de los palestinos por su independencia.
El temor se extiende a Jordania
El miedo a una expulsión de la población de Cisjordania es también una inquietud permanente y manifiesta de las autoridades del vecino Reino de Jordania, que temen recibir una avalancha de deportados y donde más del 60% de sus habitantes son de origen palestino.
Los partidos y grupos ultranacionalistas de Israel, los más firmes partidarios de las expulsiones, consideran a Jordania "el Estado palestino" y a Gaza y Cisjordania las "Judea y Samaria" bíblicas.
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