El presidente de Guatemala propone abolir la pena de muerte a petición del Papa
Juan Pablo II llega hoy al país, donde canonizará al español Pedro de Betancourt
El presidente de Guatemala, Alfonso Portillo, ha enviado hoy al Congreso una iniciativa de ley para abolir la pena de muerte, a petición del papa Juan Pablo II, quien llega hoy al país para canonizar al beato español Pedro de San José de Betancur.
El secretario general de la Presidencia, Luis Mijangos, ha anunciado en una rueda de prensa el envío de la iniciativa al Parlamento, y recordó que la abolición de la pena capital fue solicitada por el Papa en una carta que le envió al presidente por medio del Nuncio Apostólico, Ramiro Moliner.
Según la iniciativa, la Corte Suprema de Justicia (CSJ), a través de su Cámara Penal, deberá tomar las disposiciones que sean necesarias para que a las personas que están condenadas a muerte se les aplique una pena de 50 años de prisión.
El pasado sábado, Portillo anunció que durante el año y medio que resta para finalizar su mandato no habría ninguna ejecución de reos debido a una petición que la había formulado el Pontífice sobre una moratoria de la aplicación de la pena capital.
En Guatemala se aplica la pena de muerte desde finales de 1996 por inyección letal, tras haber modificado la ley que establecía el fusilamiento. Las últimas ejecuciones en el país se registraron el 29 de junio de 2000, cuando un comerciante y un agricultor recibieron el suero letal tras haber sido declarados culpables del secuestro y asesinato de una empresaria.
Juan Pablo II llegará a Guatemala procedente de Canadá, donde ayer clausuró la XVII Jornada Mundial de la Juventud. El Papa, aquejado por el mal de Parkinson y artritis, pero que ha mostrado gran vitalidad en este viaje, tiene previsto sólo un acto público en Guatemala, país que visita por tercera vez. Después partirá hacia México, donde canonizará al indígena Juan Diego y beatificará a los mártires de Oaxaca y los indígenas Jacinto de los Angeles y Juan Bautista.
El Papa espera en este viaje de renovar la fe católica que en los últimos 30 años ha disminuido en más del 20 % en Guatemala por al avance de grupos protestantes y de otras sectas religiosas. "Antes había un 99 por ciento de católicos" en el país, "pero muchos no tenían nada de compromiso, eran solo católicos de nombre, ahora tenemos como un 70 por ciento", ha reconocido el obispo de la diócesis de Escuintla (sur del país), Fernando Gamadero, miembro de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG).
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