Corea del Norte rechaza el diálogo y culpa de la batalla naval al Sur

Corea del Norte ha rechazado esta mañana la propuesta lanzada por el Mando de Naciones Unidas (UNC) -que supervisa el armisticio entre los dos países- para discutir en una reunión de generales el enfrentamiento ocurrido ayer entre barcos del Norte y del vecino Corea del Sur en la frontera del mar Amarillo, con la justificación de que el choque fue culpa de Corea del Sur. Por su parte, el Sur ha exigido una disculpa oficial y rechazado las acusaciones.

Según la agencia surcoreana Yonhap, el portavoz de Pyongyang ha señalado que la batalla era "totalmente atribuible a las reivindicaciones de Corea del Sur con la delimitación territorial", y que no tiene nada que ver con el armisticio firmado en 1953.

El balance oficial de la batalla es para Corea del Sur de cuatro muertos, un desaparecido y 24 heridos además de un barco hundido, mientras que para Corea del Norte los muertos y heridos podrían ser una treintena, según fuentes militares surcoreanas citadas por Yonhap.

Además, hoy se han conocido nuevos detalles de la batalla naval ocurrida ayer entre barcos de guerra de ambos países, la más grave en los últimos tres años. Según la versión de algunos de los soldados heridos en ella, el choque bélico se produjo en las proximidades de un caladero de cangrejos que pretendían utilizar unos pescadores norcoreanos protegidos por barcos de guerra, los cuales pasaron a pocos metros unos de otros en algunos momentos de la refriega.

Fuego enemigo "por sorpresa"

El sargento surcoreano Hwang Chan-kyu, uno de los heridos, ha explicado que el ataque les pilló "por sorpresa", que no esperaban fuego enemigo al haber ocurrido con anterioridad incursiones de barcos norcoreanos en aguas del Sur que no tuvieron consecuencias.

Las patrulleras surcoreanas desplazadas a la zona se mantienen hoy en estado de máxima alerta después de que el Consejo de Seguridad Nacional decidiera en una reunión mantenida ayer actuar con firmeza tras el incidente.

Las reacciones en medios surcoreanos han sido muy críticas con el Gobierno de Pyongyang, acusado de provocar al Sur en un momento en que los ojos de todo el mundo están puestos en este país con motivo de la fase final del Campeonato Mundial de Fútbol.

Aunque el Gobierno de Seúl considera que el incidente fue intencionado, es decir una provocación de las autoridades de Pyongyang para frenar el entusiasmo patriótico de Corea del Sur en las postrimerías del Campeonato Mundial de Fútbol Corea-Japón, otros analistas lo consideran un accidente causado por el nerviosismo de algunos soldados norcoreanos.