Arranca la campaña electoral en Francia en medio del desinterés de los franceses
Los electores no ven grandes diferencias entre los programas de los dos principales contendientes
La campaña de las elecciones presidenciales francesas arranca hoy oficialmente, con un récord de 16 candidatos en liza, que tienen 16 días hasta la primera vuelta para movilizar a un electorado fragmentado y poco interesado.
La publicación hoy en el Boletín Oficial del Estado de la lista definitiva de los doce hombres y cuatro mujeres, que superaron la criba de los 500 apadrinamientos, marca el inicio de un período, en dos fases, que culminará con la segunda y definitiva vuelta, el 5 de mayo, que dirá quién presidirá Francia en los próximos cinco años.
Todos los aspirantes llevan tiempo haciendo campaña, incluidos los dos favoritos del duelo final, el actual jefe de Estado y neogaullista Jacques Chirac, y el primer ministro saliente y socialista Lionel Jospin (ligeramente en cabeza en los sondeos para la segunda vuelta), que hoy estarán fuera del país.
Chirac va a los departamentos del Caribe, y Jospin a Berlín para ver a los franceses residentes allí y, con su esposa, la filósofa Sylviane Agacinski, acudir a una cena "amistosa" con el canciller germano, el socialdemócrata Gerhard Schroeder, y su mujer Doris.
Schroeder, en declaraciones a la página web de Jospin, destaca la importancia de las relaciones entre los dos países y, en un espaldarazo a quien debe ahora mostrar sus capacidades en política exterior (terreno preeminente del jefe de Estado), subraya su "muy fuerte comunidad de espíritu" con él en materia europea.
Campañas de los candidatos
Los demás candidatos al Elíseo andan dispersos por la geografía francesa en esta apertura oficial de campaña. Así el "republicano" y soberanista Jean-Pierre Chevenement visita un centro de control aéreo cerca de París, mientras el centroliberal y europeista Francois Bayrou se reúne con seguidores en el sureste.
Los trotskistas Arlette Laguiller (Lucha Obrera) (prácticamente empatada con el ultraderechista Jean-Marie Le Pen (Frente Nacional) en el tercer puesto de las intenciones de voto en la primera vuelta), el benjamin Olivier Besancenot (Liga Comunista Revolucionaria) y Daniel Glucktein (Partido de los Trabajadores) están respectivamente en el noroeste del país, el centro y París.
El ex aliado de Le Pen y también ultraderechista Bruno Mégret presenta su campaña en París; la conservadora Christine Boutin se reúne con empresarios y sindicalistas en el oeste, y el centroliberal Alain Madelin visita el noroeste. También buscan votos el cazador Jean Saint-Josse y la ecologista Corinne Lepage.
El comunista Robert Hue, el Verde Noel Mamere y la Radical de Izquierdas Christiane Taubira, cuyos partidos integran el Gobierno de coalición liberado por Jospin desde 1997, estarán respectivamente en el sur, el sureste y París.
La profusión de candidatos (, 16 en total, cuando el récord anterior era de doce aspirantes en 1974) no sólo costará un dineral a los contribuyentes sino que es un quebradero de cabeza para los medios audiovisuales que, desde hoy, deben dar un trato de "igualdad" (es decir el mismo tiempo de palabra) y ya no sólo de "equidad" a cada uno de ellos.
Una situación muy difícil sino imposible de manejar, opinan directores de informativos de varias cadenas. La regla de la "igualdad", por cuyo cumplimiento vela celosamente el Consejo Superior del audiovisual, obligará a ignorar actividades de actualidad de los "grandes" candidatos.
El plantel de 16 obliga a las cadenas a lo que un responsable llamó un "ejercicio" digno de un dramaturgo del absurdo, con la paradoja de que se hable menos de las elecciones de lo debido.
58% de indiferentes
Una situación aún más paradójica en vista de los sondeos, que muestran que el 58 por ciento de los franceses son indiferentes a la campaña.
Para muchos analistas, ese profundo desinterés -que amenaza con traducirse en una fuerte abstención- se debe a que una mayoría del electorado no ve grandes diferencias entre los programas de los dos principales contendientes, y que una mayoría aún mayor no se cree las promesas estrellas de Chirac (recorte fiscal de un tercio en cinco años) o de Jospin (acabar con situación que vive la gente sin techo para 2007).
Otro factor es que los dos favoritos son "salientes" -siete años en el Elíseo para Chirac y cinco al frente del Gobierno para Jospin-, y que como muchos otros aspirantes son "caras viejas".
Para el analista Pascal Perrineau, la inflación de candidatos este año es la prolongación lógica de "la fragmentación" de las preferencias de los electores, que se inclinan por aspirantes que "no tienen vocación de gobernar".
Como el Partido Socialista y el neogaullista RPR han borrado "considerablemente" sus diferencias, "es normal que surjan candidatos" en los extremos del espectro político que no se adhieren a esa evolución, indicó otro experto.
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