Un suicida palestino provoca la muerte de nueve personas en el centro de Jerusalén
Sharon responsabiliza a Arafat del atentado.-Israel abandona, aunque mantiene cercado, el campo de refugiados de Jenín
Un suicida palestino se ha inmolado esta noche en un céntrico barrio de Jerusalén causando al menos la muerte de nueve personas, entre ellas una niña de año y medio, y heridas a otras 51. La explosión se ha producido en la calle Haim del distrito de Beit Israel, próximo al barrio religioso de Mea Shearim.
Entre los heridos en la deflagración, dos están en estado crítico -entre ellos un niño de siete años- tres con heridas graves y el resto han quedado heridos de mediana a leve consideración, ha informado la televisión pública en base a los últimos datos de los distintos hospitales donde se hallan internados.
Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado del movimiento Al Fatá del presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, ha reivindicado el atentado.
La oficina del primer ministro israelí, Ariel Sharón, ha responsabilizado del atentado al presidente palestino, Yasir Arafat, quien sigue recluido en Ramala.
Testigos han dicho que en la zona de la deflagración vieron a un hombre vestido de religioso judío pero que despertó las sospechas de los viandantes ya que "estaba fumando en shabat", jornada religiosa para el judaísmo en la que según las reglas más ortodoxas no se puede fumar.
El jefe de la Policía del distrito de Jerusalén, Micky Levy, ha dicho a la prensa que al parecer el autor del atentado se inmoló cerca de un vehículo, lo que desmentiría informaciones preliminares que apuntaban a que se trataba de un coche bomba.
El presunto suicida hizo explotar un artefacto explosivo en la calle Haim del barrio Bet Israel, próximo al populoso barrio de Mea Shearim, conocido porque sus habitantes son en su mayoría ultraortodoxos, que a últimas horas de la tarde del sábado salen a las calles al término de la jornada de descanso religioso.
Además del atentado suicida, un policía israelí ha muerto por los disparos efectuados por varios miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa cerca de la colonia judía de Qedar, en Cisjordania.
Retirada de Jenín
Este nuevo golpe de fuerza coincide con el abandono, la pasada madrugada, por el Ejército israelí del campo de refugiados de Jenín, en Cisjordania, que invadió ayer junto al de Nablús.
Sin embargo, sus tropas siguen cercando el lugar, según han contado varios testigos citados por la agencia AFP. Ayer ambos campos fueron ocupados tras dos días de combate que dejaron 22 muertos.
El campo de Jenín, situado a la entrada de la ciudad, de 15.000 habitantes, ha sido en los últimos días escenarios de auténticas batallas campales. Tropas de infantería y paracaidistas, apoyadas por helicópteros y tanques habían logrado tomar varios edificios -y dimitar otros-, mientras alrededor del campo se cavaban trincheras.
También la pasada noche, y en respuesta a la agresiva política del primer ministro Ariel Sharon, la Autoridad Palestina (AP) decidió interrumpir todos sus contactos políticos y de seguridad con el Gobierno de Tel Aviv, al que ha acusado de estar cometiendo "los crímenes más horribles" contra los refugiados palestinos en Cisjordania.
Fracaso en las negociaciones
El secretario general del gabinete de la ANP, Ahmed Abdel Rahmán, ha explicado que la organización a la que representa no celebrará ninguna reunión de seguridad ni mantendrá contactos políticos con Israel hasta que el Ejército de ese país ponga fin a sus operaciones en Cisjordania y Gaza.
En pleno enfrentamiento armado, palestinos e israelíes se reunieron durante seis horas, pero la negociación fracasó, ya que las partes implicadas no consiguieron alcanzar un acuerdo que permita, al menos, declarar un alto el fuego en los campos de refugiados.
Según la Autoridad Palestina (AP), el Gobierno israelí está realizando "los crímenes más horribles" contra los refugiados palestinos en Cisjordania, por lo que solicita a las Naciones Unidas que asuma su responsabilidad en el destino y la vida de los refugiados palestinos por el ataque masivo con tanques, vehículos armados y helicópteros que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, está llevando a cabo contra ellos. En un comunicado oficial difundido ayer, la AP incita a la comunidad internacional a que actúe para acabar con "estos terribles crímenes contra nuestro pueblo indefenso".
